[Análisis] Overwatch: un FPS en equipos con la magia de Blizzard

Blizzard quiere seguir conquistando distintos géneros multijugador, o al menos dejar su huella de la forma en que solo esta compañía americana sabe hacerlo. Desde el rol con Diablo y WoW, pasando por los juegos de estrategia como Starcraft, hasta poner pie en los MOBAs con Heroes of the Storm. Y ahora llegó el momento que muchos esperábamos con el género de los First Person Shooter, o en español, disparos en primera persona con ‘Overwatch’. Luego de tener varias horas dedicadas a este título que quiere convertirse en un nuevo atrapa almas estas son nuestras esperadas impresiones y análisis.

 

ACCIÓN Y DIVERSIÓN AL ESTILO BLIZZARD

Partimos de lo básico. Overwatch se enfoca en ser un FPS multiplayer cooperativo de 6 vs 6. Disponemos de distintos escenarios donde debemos cumplir diversos objetivos simples, como capturar una zona o transportar una carga a la base enemiga. Para ello contamos con un total de 21 héroes distintos, que cubren 4 clases en total: ofensivos para asaltar a los contrincantes, defensa para asistir desde lejos o ganar terreno, los tanques para proteger la línea ofensiva y defensiva, y los soportes, que otorgarán facilidades y asistencias al resto, así como dificultar a los enemigos. Un punto destacable es que cada uno de estos héroes se diferencian de forma muy marcada, no solo por su potencia de fuego, vitalidad o velocidad, sino por poseer habilidades únicas y diferenciadas. Esto último permite un sinfin de combinaciones y estrategias a la hora del combate. Y ni qué decir de su factor visual, por que los diseñadores de Blizzard se han esforzado bastante en dotar a cada uno de gran carisma y personalidad. Cada personaje se juega de manera distinta, y más aún, dependiendo de la situación de la partida, por lo que la perfección de algunos personajes que sean de nuestro agrado forma una curva de aprendizaje relativamente larga.

Muy al contrario de otros shooters o juegos donde debemos elegir una clase al inicio de la partida de forma definitiva, aquí podremos realizar cambios durante toda la partida, y a no ser que poseamos a un héroes cuyo planteamiento sirva para casi todas las situaciones el counter picking será una acción escencial. Forma parte de construir un gameplay impredecible donde nada está escrito.

Si no podemos avanzar con el fuego cercano y certero de McCree, podemos entonces buscar atacar desde el aire de forma segura con Pharah, y quizá derribar esa torreta de Torbjorn, quien posiblemente cambie a Widowmaker para buscar alcanzarle. Una decisión entre uno u otro héroes puede decidir el destino de la partida, y si a eso le sumamos las habilidades especiales «Ultimate», pues tenemos un shooter que nunca tendrá 2 partidas iguales.

Es tan obvio que Overwatch necesita actualizaciones para arreglar algunos desequilibrios de algunos héroes, pero Blizzard ha prometido estos ajustes, dado que planea que el juego se vuelva un e-sport, por lo que es necesario realizar estas acciones para que no existan estrategias invencibles. Todos estos factores ayudan a que Overwatch sea un juego «fácil de aprender, pero muy difícil de dominar».

 

EL COMBATE EN LOS MAPAS FLUYE SIN CESAR

Seamos francos, los mapas, como es de esperarse de Blizzard, son únicos en cuanto a estética y distribución, y la mayoría de ellos son muy fáciles de recordar tras un par de partidas. Desde una Londres clásica, hasta una zona de efectos especiales Western, o un templo en Nepal que posee varios espacios abiertos como cerrados. Muchos de ellos se alejan en gran parte de los escenarios genéricos de muchos shooters actuales, como las bases o talleres abandonados. Estos mapas funcionan de manera que la acción y estrategias no se repitan, sin embargo he llegado a toparme con algunas secciones en pocos escenarios donde si un equipo emplea una cierta formación, es casi imposible para el contrario remontar, y a ello le sumamos que nos hemos encontrado con callejones sin salida o hasta paredes invisibles que no nos dejaban acceder a un espacio alterno. ¿Cómo funciona eso? ¿Para qué ponen un cuarto con una enorme entrada a la vista si no puedo acceder a él?

Del mismo modo, esperamos a futuro nuevos mapas que por suerte, Blizzard ha indicado que serán gratuitos, y esperemos que éstos también se ajusten a cómo evoluciona el metagame para que sean justos para todos.

 

UN DELEITE EN LO ARTÍSTICO

En lo técnico, Blizzard ha trabajado de gran manera. Tanto en PC como consolas el juego corre de maravilla, con todo lujo de detalles, y eso sin necesidad de tener una PC potente. El nivel de detalle es tan impecable que llega a lucir como una película de Pixar. La calidad de las texturas, el modelado y animación de los personajes, los efectos de luces y partículas.

Respecto a los personajes es destacable cómo cada uno cuenta con su aspecto y personalidad característicos, hasta podríamos decir que cada uno podría ser el protagonista del juego sin duda alguna. Los mapas cuentan con varios detalles que casi nos podrían motivar a apreciarlos en plena partida, aunque no lo recomendamos si no deseas salir perdiendo.

Por otra parte, en lo que se refiere a la música, el juego hace bastante gala, aunque en ocasiones no la tendremos muy presentes. Sin embargo el tema de victoria sigue siendo protagonista y puede que no nos cansemos de ella. Y por su lado, los efectos de sonido suenan tan bien y no caen en la repetición. La cantidad de elementos únicos que nos acompañan al jugar es gigantesca.

Y no podíamos dejar de lado a nuestros personajes obviamente. Para ellos podremos personalizar sus gestos, poses de victoria, frases y hasta su mismo aspecto con los contenidos de las Cajas de Botín, las cuales se irán desbloqueando conforme subamos de nivel. El lado negativo de este aspecto es que para algunos el ritmo de desbloqueo de estos elementos puede resultar algo lento, pues es cuestión de suerte que nos toque algún elemento deseado, pero ello acompaña de gran manera su replay value.

 

PERO SI TIENES BUEN MATERIAL, ¿POR QUÉ NO APROVECHARLO?

El que puede volverse casi eterno debate de por qué si estamos pagando por juego AAA, por qué Blizzard ha realizado una exhaustiva campaña de marketing con mucha historia de trasfondo para varios personajes, si en el producto final vemos algo distinto. ¿Recuerdan ese tráiler de Winston y Tracer luchando contra Widowmaker y Reaper? Blizzard en su producto final no nos muestra el por qué luchan, o qué era ese guante dorado que rescataron. Varios tenemos en cuenta que la historia en un videojuego es solo una herramienta para que éste funcione o en todo caso una campaña avance, sin embargo con Overwatch ocurre algo muy diferente. Todos los videos que ha compartido Blizzard con nosotros comparten casi nulo contenido con las batallas en multiplayer, a excepción de los personajes claro, y nos deja más preguntas abiertas de las que realmente soluciona.

Si ponemos un ejemplo, sería como publicitar Smash Bros. con un tráiler de Mario Galaxy o un tráiler de The Legend of Zelda. Cuenta con los personajes, pero sus historias propias son casi independientes al juego crossover. Eso está sucediendo con Overwatch. Tenemos como base una crisis con unos seres mecánicos llamados Ómnicos, existe racismo, repudio, pero el equipo Overwatch lo solucionó, pero surgió una nueva crisis a la que ellos responden. Sin embargo, lo que se muestra en nuestro juego es algo muy distinto: los miembros del grupo luchando entre sí junto a sus enemigos cargando vehículos o capturando zonas. ¿Dónde queda la coherencia entonces? Si Overwatch hubiese desarrollado una campaña que trabaje esta historia de fondo, donde podríamos por ejemplo comenzar con el Soldado: 76 o Tracer, y luego con otros héroes. Allí realmente estaríamos mejor ubicados, y el modo multijugador cumpliría la función que ejercen juegos como ‘Street Fighter’ o ‘Super Smash Bros’, es decir, elegir a los personajes de toda la entrega a tu libre disposición para simular batallas dentro de ese mundo.

 

Tenemos claro que es un videojuego, no una serie de TV, y lo primordial es divertirte con él, pero si Blizzard le ha dado tanta importancia a la historia con los personajes, por qué nos comparte videos que más parecen una película y no simples tráilers. Blizzard ha hecho en falta un modo historia o campaña aún cuando de partida no necesitaba hacerlo.

El incluir o no un modo de un jugador es una decisión tan válida como cualquier otra pero, teniendo en cuenta un precio idéntico al de experiencias de otros juegos como nuestro antes analizado ‘Doom’, que cuenta con más modos a pesar de enfocarse plenamente en su experiencia de un jugador, que no son obras maestras ni de cerca, pero entretienen y enriquecen el valor del juego.

Otro punto que sigue en duda es el escaso número de modos de juego, solo tres, capturar zonas intermedias, llevar una carga a la base enemiga, o arrebatar 2 zonas al enemigo mientras el otro las defiende, y ya va a pasar casi un mes desde el lanzamiento del juego y aún no contamos con un modo competitivo o un mejor balance en el matchmaking de los jugadores por su nivel. Blizzard a la fecha tiene varias tareas por delante si quiere que el juego siga vivo.

 

Toca esperar las futuras actualizaciones del juego. Por ahora en cuanto a lo jugable funciona mucho mejor bien que mal, y ha otorgado diversión a usuarios por millones, y sobre todo ha cumplido en uno de sus objetivos fundamentales que es el trabajo en equipo.

 

CONCLUSIONES

Concluyendo, Overwatch es de ese tipo de FPS que pocas veces se descubren, más allá de sus primeros desequilibrios o falta de contenido, las decisiones de la compañía pueden ayudar a reforzarlo, pero su experiencia en el multijugador es muy divertida y agradable, puedes pasar horas sin darte cuenta y aún así desear más. El juego puede presumir de bastante carisma y cierta personalidad, además de contribuir con buen replay value para los jugadores. Sin duda estamos ante uno de los FPS más innovadores de los últimos tiempos, pero pudo haber sido catapultado a la cima si no hubiese sido por varios huecos que hasta la misma Blizzard ha creado. Esperemos que la compañía ayude a enriquecer el juego para todos los jugadores en general.

Lo Bueno:

• Mucha acción, velocidad y frenetismo en sus partidas.
• Variedad por doquier, y un juego impredecible. No habrán dos partidas iguales.
• Es muy versátil para todo tipo de jugadores, desde los no tan acostumbrados a los FPS hasta los veteranos.
• Diseño artístico impecable.
• La gran cantidad y variedad de personajes muy bien diferenciados y únicos.

Lo Malo:

• Los modos de juego son muy pocos y no tan variados.
• En su planteamiento jugable hace falta más personalidad.
• Trabaja buena base narrativa, pero no se pudo aprovechar en casi nada.
• Algunos problemas en cuanto al matchmaking de los jugadores.

 

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