Valve revoluciona el gaming en Linux.

WINE (Wine Is Not an Emulator), herramienta diseñada para hacer compatible software creado para Windows en Linux, MacOS y Android, se ha actualizado a su versión 4.0. Esto, aunque no lo parezca, es importante para Valve y usuarios del SO Linux.

En agosto de 2018 Valve anunciaba Steam Play, software que nos permitiría disfrutar los juegos de nuestra biblioteca en distintas plataformas. Desde entonces, muchas cosas han mejorado en beneficio de los usuarios de sistemas operativos distintos de Windows. Uno de los aspectos que más ha prosperado es Proton, el sistema de compatibilidad de Steam Play, cuyas bases son tomadas de WINE.

Dos grandes cambios han llegado a Proton junto a las mejores de la versión 4.0 de WINE. Primero, ahora es posible utilizar Steam Play con juegos nativos de Windows. Es decir, no estamos corriendo un port (que, por lo general, suelen ser malísimos), sino la versión nativa del SO de Microsoft.  Segundo, la capacidad de ejecutar cualquier juego, incluso los que no son de Steam. Basta con agregar el ejecutable como un juego externo a Steam.

Estas dos novedades traen todo un mundo de posibilidades para los usuarios, pues, siendo Proton una versión de WINE, se pueden ejecutar cualquier tipo de programas más allá de juegos. Sin embargo, Steam Play sigue siendo una versión beta, por lo que los resultados obtenidos son entre regulares y decentes, aún con algunos aspectos por pulir.

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