[Análisis] Assassin’s Creed Valhalla: The Siege of Paris – Un interesante cierre a la odisea de Eivor
Este análisis se ha realizado en base a una copia del DLC2 de Assassin’s Creed Valhalla, otorgada por Ubisoft Latinoamérica.
No hemos tenido que esperar mucho tiempo para disfrutar de la segunda expansión de Assassin’s Creed Valhalla respecto a la primera. Tan solo 3 meses nos separaban desde que partimos a explorar el misticismo de Irlanda y una nueva expansión, ahora localizada en Francia. Recordamos que el primer DLC nos otorgaba una especie de oscurantismo y misterio que el juego bien necesitaba, con un desarrollo principal bien trabajado, aunque arrastrando algunos desaciertos. Y ahora llega su DLC 2 con un grado de dificultad mayor, y lo que podríamos considerar el toque de Assassin’s Creed que muchos fans pedían.
Estamos hablando de The Siege of Paris, la segunda y última expansión del juego que nos llevará a las tierras medievales de Francia. A diferencia del juego principal y el DLC1 podríamos decir que regresa buena esencia de la franquicia de hace algunos años. Y esto además acompañado de bonitos escenarios, y una nueva historia. ¿Cumplirá las expectativas? Entérate con nuestro nuevo Análisis de Assassin’s Creed Valhalla: The Siege of Paris.
Los vikingos corren peligro de ser aniquilados
Al igual que para la primera expansión, en este análisis tomamos de antemano que ya hemos jugado Assassin’s Creed Valhalla. Ya conocemos a fondo Noruega e Inglaterra del siglo X. The Siege of Paris nos lleva a lo que fue la última gran guerra vikinga. Casi por ese entonces (porque en realidad fue un poco antes) Francia ya estaba unificada por el rey Carlos III El Gordo. El monarca comenzó una especie de «cacería» a los nórdicos, y estos poco a poco iban siendo expulsados. Es entonces que recibimos la visita de Toka, una vikinga que solicita nuestra ayuda antes que los aguerridos soldados franceses comiencen a llegar a Inglaterra.
Al aceptar viajar con nuestra legión de exploradores nórdicos conocemos a nuevos personajes de nuestra estirpe. Y no pasa ni una hora para que comencemos a conocer a qué tipo de amenaza nos estamos enfrentando. En pocas palabras, el ejército francés es de temer. ¿Podremos hacerles frente con tan poco?
Iniciando nuestra travesía en Francia
A diferencia de los soldados ingleses o los druidas, los francos tienen mayor tenacidad. Son más fuertes, tienen mejores herramientas y son más agresivos. Te los encontrarás portando nuevas armas, como bombas arrojadizas, puñales con cadena, lanzando arpones, etc. Pero nada será más complicado que las caballerías. Vas a tener que ingeniártelas muy bien para vencer a los guardias a caballo. De hecho, el juego te recomienda un Poder sugerido de 200. En realidad podrías jugar la expansión con 150 si tienes ciertas habilidades. De allí, si te encuentras con menor nivel la vas a tener sumamente complicado.
En general los combates son más densos. Vas a requerir de buenas raciones para recuperar salud y habilidades para no perder tu adrenalina. Los soldados franceses pueden quitarte porciones importantes de salud con un solo ataque. Si había alguien que pedía una mayor dificultad, incluso tras la «Ira de los Druidas», aquí la va a tener.
Poco a poco irás enfrentándote a enemigos más formidables mientras vas forjando tu levantamiento contra el Rey Carlos, un gobernante que tras algunos encuentros verás que no tiene ni una pizca de tolerancia a los vikingos. Y qué sería un poderoso monarca sin poderosos vasallos. En «El Asedio de Paris» tendremos que hacerle frente a varios personajes de importancia, y tampoco son fáciles. Sea como sea, las misiones principales se presentan concisas y bien ordenadas, además de traer un elemento que algunos fans echaban de menos desde Assassin’s Creed Unity.
Infiltrándote en un mundo underground
Para Assassin’s Creed Valhalla: The Siege of Paris se rescató una mecánica clásica de algunos títulos de antaño. Hablamos de las misiones de infiltración. Muchos personajes importantes son muy poderosos. No se te presentan así fácilmente, pero tienes la opción de llegar a estar frente a frente con ellos investigando, mezclándote entre la gente, y ocupando las mejores herramientas para cumplir tu misión. Varios de estos objetivos puedes eliminarlos en un combate mano a mano. Pero como dicen, más vale maña que fuerza. Cada misión de infiltración te invita a descubrir pistas y armar la mejor situación posible. ¿Para qué enfrentarte contra tu objetivo ya alerta, rodeado de 5 guardias, cuando podrías tenerlo solo, frente a ti, y sin ningún tipo de sospecha? El reto será llegar a estas situaciones, pero créeme que valdrá la pena porque te ofrecerán increíbles secuencias cinemáticas como recompensa.
Algo muy interesante que cambia en gran parte respecto al juego base y la primera expansión son toda la red de túneles que podemos explorar. Casi hasta parecen mazmorras o las famosas catacumbas, y le otorga un buen soplo de aire fresco. Una novedad a destacar son las ratas. En ese entonces París comenzaba a tener problemas de plaga, y junto con esto mortales enfermedades. De hecho en algunas calles podemos ver centros de atención para enfermos, aunque algo improvisados. Estas colonias las podremos espantar solo moviendo nuestra arma, pero únicamente si tienen un hueco donde escabullirse. Si no los aullentas hacia alguna alcantarilla regresarán y comenzarán a hacerte daño. Debes estar muy atento a esto porque son inmunes a cualquier clase de daño.
Finalmente, el campamento de nuestros nuevos aliados, Pierre y Sigfred, nos dará la opción de cumplir misiones de eliminación, rescate o botín. Aunque eso sí, son muy similares entre sí, pero puedes verlas como una especie de desafío, puesto que obtendrás mejores recompensas si no tienes muchas bajas o cumples algunas condiciones especiales.
Un reino completamente nuevo al otro lado del mar
Más allá del Canal de la Mancha, que divide Gran Bretaña de Francia, debería haber un reino completamente nuevo, ¿verdad? O al menos es lo que pensábamos. A primera vista las tierras de los galos son más vistosas, repletas de verdes praderas y bosques, ríos, colinas y diversos pueblos y campamentos. Para los que quizá no les sentaban muy bien los vastos acantilados o cadenas montañosas de Inglaterra, Noruega o Irlanda, estarán muy agradecidos, pues el terreno francés es mucho menos accidentado. No obstante, grande ha sido la sorpresa al ver que el mapa es mucho más pequeño que todos los demás. De hecho las atalayas se pueden contar con todos los dedos de la mano.
Más allá de explorar y combatir, Francia no tiene mayor oferta de actividades. De hecho los puntos para hacer algo más allá de la diplomacia son mínimos. Siento que en este punto The Siege of Paris va a durar mucho menos que la primera expansión.
Detalles extra que cierran una trilogía más que buena de Assassin’s Creed
La dirección sigue siendo muy bien llevada, aunque con pequeños desaciertos. No es que Assassin’s Creed Valhalla: The Siege of Paris tenga cosas esencialmente malas. Su premisa es adecuada y ha sido bien ejecutada, pero al momento de converger los detalles secundarios parece que sacaron la expansión con cierto apuro. De todas formas la actuación vocal y el doblaje siguen siendo extraordinarios. Las animaciones permanecen como un apartado a destacar, y la música sigue cumpliendo bien su función.
Eso sí, aún se presentan algunos problemás técnicos en cuanto a la carga de texturas. A su vez, desde hace varios meses ocurre que cuando entras a algún pueblo el juego exige que cargue por unos segundos, dejando el juego congelado hasta que esto se complete.
¿Hasta una siguiente entrega?
«Assassin’s Creed Valhalla: The Siege of Paris» es una expansión con otro rostro más que el juego base puede ofrecer. Los enemigos son desafiantes, y nos pondrán las cosas difíciles, tanto en el combate, como en la infiltración. Tendrás que usar bien todo a tu disposición. Nuevamente la historia se presenta bien ordenada, sin muchas vacilaciones, ni enredos con personajes o subtramas que solo rellenan. Es básicamente lo que hemos venido haciendo, aunque con notables novedades. Posiblemente el mapa pudo haber sido más extenso, pero en su apartado de presentación, ambientación, música y sonido sigue siendo un juego ejemplar. Puedes llegar a disfrutarlo sin mayores problemas, pero recordando los puntos que quedaron un poco flojos.»
Lo bueno:
- Una nueva subida de dificultad que será realmente exigente.
- Se invita al jugador a realizar las infiltraciones de la forma más eficiente posible.
- Nuevas armas de combate que presentan cierta frescura.
- Buen diseño de los nuevos enemigos, sus armas y estilos de combate.
- Los personajes nuevos no son muchos, pero están bien desarrollados, y son suficientes para que avance la historia de forma ordenada y clara.
- Es el contenido más «Assassin’s Creed» de todo Valhalla.
- Los entornos de Francia lucen muy bien, y con colores vibrantes.
Lo malo:
- El mapa de Francia puede sentirse muy pequeño comparado al resto.
- La duración del DLC es mucho más corta.
- Algunos glitches en el comportamiento de los enemigos.
- En el aspecto ténico siguen algunas texturas que no cargan, y freezeos para cargar escenarios.
