análisis Slipstream

[Análisis] Slipstream: velocidad y onda ochentera para la nueva generación

Este análisis se realizó con una copia de Slipstream para Nintendo Switch otorgada por Blitworks Games.

En la era dorada de los arcades muchos vivimos una sensación de velocidad inimaginable para nuestra época. No solamente fuimos testigos de unos gráficos muy solventes para su tiempo, sino que en algunas ocasiones verlos en una pantalla grande y con efectos extra se convertía en una de las mejores experiencias de la época. Uno de esos juegos, publicado por SEGA en 1986, fue OutRun, y hoy tenemos a un digno sucesor llamado Slipstreamdesarrollado por el estudio andsdor. Sin embargo, el juego solo estaba disponible en Steam hasta hace poco, pero gracias a Blitworks Games ya lo podemos disfrutar en consolas. ¿Merecerá la pena? Bienvenido al análisis de Slipstream.

análisis Slipstream (1)

Este juego se me hace parecido, ¿es del 2022?

Para quienes quizá no lo sepan, Slipstream está directamente inspirado en OutRun. Se trataba de un juego arcaico de conducción, pero basado en una tecnología que daba resultados increíbles. En este caso empleaba el llamado Super Scaler para dar una gran sensación de velocidad y apariencia 3D. Y el objetivo principal no era exactamente llegar primero, sino cruzar cada una de las 5 metas antes que se acabara el tiempo. Obviamente por ciertas limitaciones solo era posible ir hacia adelante y movernos a derecha o izquierda. No era posible ir en reversa ni tampoco girar el vehículo. En pocas palabras, tienes un viaje directo y sin retorno.

Lo interesante de OutRun, y que se ve también reflejado en Slipstream, es que con cada meta cambias de escenario. Por ende, terminas recorriendo 5 pistas en una sola carrera. De esta manera tu mayor rival no son los demás competidores exactamente, sino el tiempo. Pasar cada meta funciona como un checkpoint y te incrementa el cronómetro, además de elegir hacia qué nueva pista quieres ir. Esto te abre varias opciones y al final puede que acabes en un lugar completamente diferente al de tu anterior carrera.

Y esa es básicamente la propuesta básica de Slipstream, pero eso no es todo. Ahora toca revisar bien todas las opciones de juego que este título nos otorga. Puede que sean pocos vehículos a primera vista, e incluso pocos modos de juego. Sin embargo, conforme vayas probándolos puede que acabes muy enganchado.

análisis Slipstream (11)

Pixeles pasando a cien kilómetros por ahora

Como mencionamos en la sección anterior Slipstream en primer lugar rinde homenaje a OutRun con su modo Grand Tour. Aquí simplemente que superar cada una de las 5 fases para ganarle al reloj, y de ser posible a cada uno de los rivales en cada pista. El juego te otorga 5 autos con un diseño clásico de los 80s, que se difieren en cuanto a su máxima velocidad, aceleración y manejo. Esto último se refiere a su capacidad para poder tomar las curvas. Para ello tendremos que pulsar de forma intermitente el botón de freno y aceleración mientras giramos para poder derrapar y así no perder mucha velocidad.

análisis Slipstream (4)

Otra característica es el rebufo que aquí da nombre al título. Se trata de una táctica que consiste en simplemente ponernos detrás de un automóvil para reducir la resistencia al viento. Esto nos permite, tras algunos segundos de completar una barra, tomar un impulso que nos permita adelantar al rival de al frente.

El juego cuenta con un pequeño tutorial que sirve de introducción a los jugadores más inexpertos. Puede que se entienda en muchos casos. Sin embargo, este no es demasiado claro en cuanto al sistema de derrape y puede confundir a algunos primerizos. De allí, ya con conocer las mecánicas básicas ya todo dependerá de tu habilidad, o al menos eso pensaba. En breve hablaremos el porqué.

Finalmente tenemos el sistema de rebobinado que rememora a las cintas de VHS y su interfaz análoga en la pantalla. Con un botón podrás retroceder hasta 5 segundos antes del punto de quiebre. Esto te permitirá corregir un error que te haya derivado en salirte de la pista. Eso sí, cabe mencionar que este rebobinado tiene un enfriamiento. De esta manera, si lo empleas, tendrás que esperar unos segundos adicionales antes de tenerlo disponible. Aunque lo bueno es que si lo usas con moderación podrás tenerlo casi siempre disponible. Si decides solo retroceder el tiempo un segundo y no cinco, el tiempo de espera posterior será mucho menor. Si te anticipas a tus errores y los corriges rápidamente, créeme que tendrás mucha más ventaja.

Más modos de juego para disfrutar

Slipstream (20)

Slipstream trae en total 6 modos de juego, incluyendo el mencionado Gran Tour. Tenemos el modo Cannonball, que te permite personalizar un Tour con más pistas, un tráfico más variado, o modificar a los rivales. El modo Grand Prix es básicamente eso, un modo campeonato con cinco carreras con puntuaciones. Aquí puedes decidir si quieres incluir modificaciones a los vehículos, como en Top Gear 2 u Horizon Chasse. Single Race te deja competir en cualquiera de las pistas del juego sin mayor obstáculo. Time Trial es obviamente una carrera en completo solitario, solo tú contra el reloj. Y finalmente tenemos Battle Royale, un modo donde tu resistencia será puesta a prueba, donde solo uno puede salir victorioso.

Este último modo básicamente consiste en pasar por las pistas que sean necesarias de forma aleatoria, y tras acabar cada una, el jugador que se encuentre en la cola será eliminado. Esta modalidad puede volverse una de tus favoritas. Lo bueno es que cada opción te deja elegir la dificultad, y puedes comenzar con las más bajas para ir conociendo las pistas

análisis Slipstream (22)

Sin embargo, un problema que he detectado tras varias horas de juego en el battle royale es su gran inconsistencia en dificultades normal y alta. Resulta que es casi imposible perder si tan solo en la primera pista adelantas a todos, y es prácticamente imposible ganar si no adelantas a los demás al iniciar. Inexplicablemente llegarás a un punto en el que el auto que tengas adelante, por más que vayas rápido y sin cometer errores solo te queda ver cómo se adelanta sin ninguna esperanza. A veces la CPU puede equivocarse y tomar mal una curva, pero es rarísimo que eso ocurra en la dificultad difícil. Y obviamente pasarlos a todos y simplemente pasearte por 16 pistas sin nadie a tus alrededores puede tornarse aburrido.

Tal y como si fueran los años 80s

Slipstream tiene un apartado en el cual sí destacar al 100% y ese es su apartado artístico. Las sesiones de juego pueden ser cortas, y su estética con pixeles ayudan a pasarla bien. Los escenarios de cada pista tienen diferentes temas. Y no solamente hablamos de ciudades, tenemos también playas, zonas de campo, industrias, picos nevados, e incluso cementerios o pueblos tradicionales. También podremos viajar en entornos tan surrealistas como pistas bajo el agua o en el espacio. Cada uno te otorga un viaje muy agradable y tendrás curiosidad por ir a descubrir la siguiente pista.

El otro aspecto que no me olvido es su música. Hay en total unas 12 pistas que puedes cambiar a tu gusto durante cada sesión y enfocadas al género de synthwave. ¿Recuerdas esos sintetizadores mezclados con una batería electrónica que daba una melodía pegadiza y energética? Casi todas las pistas traen esa escencia de los 80s que te transportan a viajar de noche con varias luces de neón alrededor. Si eres fan de esta temática vas a encontrar un tema que te guste.

El juego no se olvida de otorgar, por supuesto, opciones para personalizar la pantalla con filtros de todo tipo. También se ofrece un sistema de progresión y trofeos, incluso para la versión de Nintendo Switch. En cuanto a lo técnico no tendrás tampoco problemas, pues Slipstream corre fluidamente a 60fps, y no me he encontrado ni un solo bug o caída. Al menos no me he dado cuenta en todas las horas que he jugado y he ido tan rápido.

Slipstream (18)

Un viaje al pasado que ningún jugador retro se puede perder

Slipstream es un juego sencillo, pero que puede generar que cuanto más lo juegues más te enganche. Puedes pasar de él a los primeros minutos o causarte curiosidad y terminar agarrándole cariño, casi no hay punto intermedio. Puede que le falte balance en algunos modos de juego, pero es un bello homenaje a OutRun y a los juegos arcade. No busca ser pretencioso, pero lo que ofrece funciona, y su estética retro va a ser un golpe de nostalgia a todo jugador que haya jugado títulos de los 80s.

análisis Slipstream

Lo bueno:

  • Una base jugable sencilla, y con mecánicas bien definidas.
  • Los modos de juego que ofrece son adecuados.
  • Pocos vehículos, pero bien diferenciados y personalizables.
  • La variedad de pistas, que estéticamente lucen increíbles.
  • La música es fenomenal para todo amante retro.
  • Un rendimiento excelente, sin caídas ni bugs.

Lo malo:

  • No tiene tantas pistas como otros juegos del género actuales.
  • Ciertos desbalances en el modo Battle Royale que pueden «matarlo.»
  • La jugabilidad al inicio puede causar confusión en jugadores inexpertos.

nota

Análisis Slipstream

¿Te gusta esto? ¡Compártelo!