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[Análisis] Splatoon 3 – El shooter de Nintendo también necesita refrescarse

Este análisis fue realizado gracias a un código de activación de Splatoon 3 para Nintendo Switch

Cuando se lanzó Splatoon en 2015, pocos (por no decir nadie) auguraban el tremendo éxito que iba a tener para Nintendo. Se volvió la nueva franquicia más exitosa de la Gran N en más de una década, y años más tarde se convertiría en saga con su secuela. Era una propuesta diferente y única dentro de su género: entintarlo todo para conquistar terreno y cumplir un objetivo más que las simples bajas. ¿Pero realmente se justificaría una nueva entrega en una misma plataforma? ¿Tendrá suficientes motivos para su existencia o realmente hubiera sido mejor lanzar un DLC para Splatoon 2 de 2017? Eso es lo que vamos a responder ahora mismo en este análisis de Splatoon 3.

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La propuesta intacta: pinta hasta que lo domines todo

Splatoon 3 sigue básicamente la misma premisa de sus antecesores: pintar el escenario para expandir tu territorio. Esto no solo te permite caminar libremente por tu tinta, sino que puedes convertirte en calamar para nadar más rápido a través de ella e incluso escalar muros que de otra forma sería imposible. Obviamente si empiezas a caminar a través de la tinta enemiga sufrirás ralentización y daño. Esto hasta que finalmente te alcance un arma rival y seas eliminado. De la misma manera tú puedes liquidar a los contrincantes y seguir pintando en partidas 4 vs 4 que duran aproximadamente 3 minutos. Al finalizar el combate el juego decide quién el ganador por qué tanto porcentaje del mapa ha pintado.

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Splatoon 3 mantiene intactas otras mecánicas como el supersalto, que te permite llegar rápidamente desde el spawn al punto donde se encuentre un aliado. También está el mapa que te muestra el estado del escenario, la ubicación de tus compañeros y algunos rivales «tocados» en tiempo real. Sin embargo, ahora añade una pequeña novedad que suma a la evasión. Desde siempre, al moverte como calamar en la tinta dejas un pequeño rastro que puede ser percibido por los rivales. No obstante, ahora podrás realizar una maniobra en el sentido contrario que te permite girar y saltar rápidamente para bloquear cualquier disparo mientras dure la animación. Esto no solo te permite escapar rápidamente de una situación desfavorable, sino repeler un ataque antes que sea tarde.

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Splatoon 3 sigue otorgando una buena fórmula, la acción directa desde el segundo 1 que no se detiene hasta finalizar. Y cada sesión de juego te otorga experiencia con la que vas subiendo de nivel para adquirir más y mejores armas, aditamentos para tu avatar que te otorgan ventajas, así como también algunos artículos coleccionables.

El arsenal clásico está de regreso, y con algo nuevo

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¿Qué es lo que siempre esperas en un shooter multijugador? La respuesta es evidente: un buen arsenal de armas. Para este análisis de Splatoon 3 no solamente vimos la variedad de las mismas y opciones, sino también qué cambios en la jugabilidad se llega a ofrecer. En la primera entrega quedaron bien establecidos los tipos de armas, desde los típicos rociadores, con sus variantes blasters, pasando por las armas de largo alcance como los chargers, los rodillos, pinceles, brochas, gatlings y baldes. Cada uno de estos no solamente posee características usuales como el daño o alcance, sino también qué tanta tinta consume. Esto último es vital si hablamos de mantener el arma activa constantemente o es necesario sumergirnos para recargar con regularidad.

Splatoon 2 introdujo los dualies y las brellas. En cuanto a los primeros teníamos dos pistolas que básicamente funcionaban de un modo similar a los rociadores, pero que otorgaban la mecánica de hacer pequeños desplazamientos a los lados. Claro estaba que a costa de quedarnos inmóviles por unas fracciones de segundo. Los paraguas o sombrillas realizaban disparos similares a los que haría una escopeta, directos, potentes pero de corto alcance, pero otorgaban la posibilidad de desplegar un pequeño escudo que luego podía moverse hacia el frente pintando todo. Splatoon 3 ahora introduce los arcos y las splatanas. 

Splatoon 3 stringler

¿Las nuevas armas justifican esta secuela?

Los arcos o stringers funcionan muy parecido a los chargers o francotiradores. Puedes realizar un tiro sencillo que deriva en tres direcciones hacia el frente, o sino cargarlo para que concuerden en un punto sin que lleguen a unirse del todo. En caso de no acertar dejará unos pequeños bulbos que explotarán al poco tiempo. Por su parte, las splatanas tienen dos funciones. La primera es casi un calco de los pinceles o brochas, agitar el arma para golpear y soltar un pequeño charco hacia el frente que también hace daño. La segunda es mantenerlo cargado para expulsar un golpe más potente que podría eliminar a un contrincante de un solo golpe.

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Ambas armas tienen variantes como guardar la carga pero no soltar bombitas en el caso del arco, y una splatana más potente pero más lenta. Sí llegan a otorgar un funcionamiento y jugabilidad nuevas, pero no se comparan a las mecánicas más diferenciadas que introdujo su precuela.

En cuanto a las armas secundarias, todas las de Splatoon 2 regresan para esta nueva entrega, además de añadir una nueva. Y si hablamos de las poderosas armas especiales Splatoon 3 recoge algunas de su precuela y añade novedades. Algunas son variantes de unas que vimos en sus anteriores entregas como la Trizooka, el Big Bubbler o la Killer Wail 5.1. Sin embargo, otras como la Zipcaster, que te permiten moverte como Spider-Man, o el Cangrejobot, una especie de tanque con el que puedes tanto defender como atacar, añaden un buen soplo de aire fresco a la saga. Hay otras para mencionar como el caso del Wave Breaker, que es un dispositivo que emite una serie de ondas sísmicas, que al chocar contra los rivales (salvo que salten en el momento preciso) los irá dañando poco a poco.

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En este apartado Nintendo ha tratado de añadir la misma cantidad de novedades que en Splatoon 2. Sin embargo, si no hubiera sido por la gran cantidad de frescura en las armas especiales, estaríamos casi jugando la misma entrega. Este es definitivamente el punto que salva al arsenal de Splatoon 3. Lo que sí rescata al juego en cuanto a nuevas reglas son los combates entre tres equipos. Estos han sido muy bien diseñados, con un sistema 2 vs 4 vs 2, pero únicamente son accesibles en los Festivales o Splatfests. Esperemos que Nintendo los habilite en un futuro parche.

Modos competitivos con ligeros retoques

Splatoon 3 sigue ofreciendo, aparte del modo tradicional (Territorial), los modos competitivos. Estos son Splat Zones, donde se debe controlar una zona específica del mapa por un tiempo determinado, Tower Control, en el que se debe manejar una torre por un sendero predeterminado hasta la base rival, Rainmaker, en el cual un jugador debe cargar un arma especial hasta una meta en la base enemiga, y finalmente Asalto Almeja, en el que cada equipo debe juntar unas piezas dispersas por el mapa, formar un balón con 10 y romper una estructura del equipo rival para acumular puntos.

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Por ahora Splatoon 3 no ofrece ningún modo de juego competitivo extra, aunque tampoco es que con 4 tipos de competencia exista necesidad de añadir uno nuevo. Sin embargo, sí se aprovechó para rebalancear algunos de ellos. Por ejemplo, muchas veces en Rainmaker, eliminar a todo el equipo rival en un momento significaba una victoria directa, incluso iniciando el juego. Para solucionar esto se ha añadido un checkpoint a la mitad del recorrido. De esta forma un equipo debe primero llegar a este punto, el escudo del pez volverá a formarse, y le da tiempo al rival para reordenarse y defender.

Lo bueno de estos modos de juego es que concentran la acción en puntos más específicos del mapa. Obviamente se otorgan diferentes «carriles» para que los jugadores no se junten y sean un blanco más fácil. Pero sin duda, siguen siendo las modalidades preferidas de muchos. Recuerda que seguirán administradas por el rango de cada jugador, y ha vuelto a determinarse por una sola cifra. Ya no será por el modo de juego, que quizá aquejaba a algunos. También rescato algo que me ha encatado. Tras acabar una partida puedes elegir la opción de «Quedarte con el equipo». Si tienes suerte, seguirás formando un escuadrón con los jugadores con los que acabas de conseguir una victoria.

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En este punto debemos hacer hincapié en el sistema de adquisición de las armas. Ya no se comprarán con el dinero que se gane jugando. Ahora todo será mediante licencias, las cuales se obtienen subiendo de nivel. Cada escalón que hagamos nos otorgará una licencia para poder adquirir una de las armas que se nos vayan habilitando. De esta manera podemos gestionar mejor el dinero para adquirir los gears o ropa con sus respectivos potenciadores. Respecto a estos últimos, algunos accesorios para la cabeza, la ropa y los zapatos, regresan de entregas anteriores y añaden otros nuevos.

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Hay más que hacer en Splatville

Splatville, o Tintelia, es la nueva ciudad en la que podremos acceder a los diferentes modos de juego. Este fue el resultado de la Victoria del Caos sobre el Orden, por lo que se aprecia un ambiente más anárquico. El juego desde el inicio ofrece mayores opciones de personalización, tanto a tu inkling como a tu acompañante, un pequeño pececito que será de ayuda sobre todo en el modo Historia. La urbe es más grande que nunca, y ahora otorga más libertad que solo ir a echarnos tinta en combate.

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Una novedad son las Luchas Cartaterritoriales. Es una especie de minijuego de cartas donde empleamos mazos para enfrentarnos a los de otros jugadores. El objetivo es colocar diferentes formas que otorgan las cartas para ir rellenando el tablero hasta finalizar todos los turnos. Tiene sus reglas especiales, pero es sencillo de aprender, y hasta tiene su propio sistema de progresión. Obviamente tampoco es que se vuelva un modo muy popular si lo comparamos a los modos tradicionales. Pero sí te otorgará buenas partidas. Eso sí, por ahora solo es posible enfrentarnos contra la IA, pero dentro de poco llegará una actualización para que podamos jugar contra otros jugadores.

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También se ha incluido una especie de vestíbulo donde podremos personalizar nuestro locker y ver los de otros jugadores. Estos los podemos llenar con artículos que encontremos en una tienda o de algunos modos de juego, y esto incluye las armas y ropa que hayamos adquirido. Se trata simplemente de un espacio donde puedes dar rienda suelta a tu creatividad y a tu estilo propio.

Finalmente está el modo Salmon Run, que regresa de Splatoon 2. Este modo cooperativo PvE nos permite luchar contra oleadas de enemigos controlados por la CPU, los salmónidos, muy diferentes a los inklings, mientras juntamos unos huevitos. Si bien regresa de la precuela, introduce no solo nuevos jefes, sino escenarios y una nueva arma. Además ahora estará disponible en cualquier momento, no solamente en un horario específico, como sí lo estaba en la anterior entrega. Es un modo de juego en el que también puedes dedicarle sus horas para obtener las mejores recompensas posibles.

¡La mejor campaña de la saga, sin ninguna duda!

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Si hay un modo de juego con el que me quito el sombrero en Splatoon 3 es su nuevo Modo Historia. Este nos pone con la premisa clásica, donde el conocido Zapfish o pez eléctrico que provee energía a la ciudad ha sido secuestrado, y nos tocará poner manos a la obra para recuperarlo. La trama inicia como cualquier otra, donde tenemos que atravesar niveles con dosis de plataformas, puzzles y disparos para completarlos. Están nuevamente presentes los antagonistas, los octarianos, que buscarán liárnosla para completar la campaña.

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Sin embargo, esto es solo el inicio de todo, puesto que realmente hay también algo más allá de lo evidente. Cuando pareciera que ya has dado algunos pasos te darás cuenta de que la historia apenas comienza, y todo elevado a una mayor potencia. No quiero entrar en mayores spoilers, pero sí puedo prometer que cómo se ha trabajado el modo Historia es mejor que nunca.

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Para comenzar, el mapa lo debemos ir descubriendo poco a poco limpiándolo de una extraña materia orgánica que lo cubre todo y no nos deja avanzar. Para ello debemos ir jugando los diferentes niveles para conseguir recursos. Lo interesante es que, aunque son más niveles ya no es obligatorio terminarlos todos antes de ir con un jefe. De hecho, ni siquiera es necesario vencerlos a todos antes de llegar al final del juego. Pero te da la libertad de elegir completarlos todos para poder limpiar todo el mapa y encontrar todas las recompensas. Esto incluso te permite obtener todos los finales. De hecho, hasta hay un final malo que te podría tocar descubrir por tu cuenta.

Otro punto positivo de la campaña es que, aunque los niveles son un poco más cortos que de costumbre, son muchos más, y hay algunos que más funcionan como desafíos. Entre ellos hay algunos tan bien elaborados y son muy creativos que te darán ganas de seguir avanzando. Pareciera que aquí han soltado todas las ideas habidas y por haber. Y si no fuera suficiente, también han implementado un sistema de árbol de habilidades que le da un pequeño toque RPG al juego.

Mucho color, ambiente de juventud,… y un temilla técnico

Algo en lo que destaca mucho la saga, y que te debo decirlo siempre en este análisis de Splatoon 3 es el apartado artístico. Sigue presente esa imagen tan colorida en un género que por lo habitual es más serio. Nuevamente hay escenarios tan cotidianos como un puerto pesquero, un supermercado o un museo, todos bien diseñados y donde la tinta es el protagonista principal. Los personajes irradian bastante personalidad, y ahora incluso puedes personalizar tu pose de victoria y tu banner. Las opciones tampoco es que sean muchas, pero es algo a rescatar dentro de la saga.

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En cuanto a la música Splatoon 3 no decepciona. Aunque por mero gusto personal prefiero las canciones de la primera entrega, la banda sonora cumple su cometido. Nuevamente están los toques de rock, música electrónica, ská y vocaloid. Todo encaja muy bien tanto en las partidas multijugador como en la campaña.

Finalmente toca hablar sobre el tema técnico, y quiero, antes que nada, rescatar que el juego sigue tan fluido como de costumbre. Las batallas corren a 60fps sin caídas aparentes, un detalle esencial en cualquier shooter competitivo. Y ahora toca llegar a la gran piedra en el zapato. Lamentablemente, pese a todo lo bueno que pueden tener sus diferentes franquicias, es una pena que la estabilidad online sigue siendo precaria. Por mi parte he venido experimentando regulares errores de conexión al buscar una partida. Al menos durante las mismas no he tenido casi inconvenientes. Sin embargo, pese a que no suele demorar más de un minuto realizar el emparejamiento, a veces esperar 5 minutos debido a más de un error es incómodo. Nintendo, ya va siendo hora, por favor.

¿La mejor fiesta de pintura de Nintendo a la fecha?

A pesar de no introducir suficientes mecánicas novedosas, Splatoon 3 es la entrega más completa de la saga a la fecha. No solamente incorpora nuevas armas y mapas, sino más actividades, ajustes para mejorar la progresión y una variante del modo territorial, además de una campaña casi perfecta. La saga no pierde ese gran espíritu de juventud, lleno de color, buena música y mucha acción, aunque sí queda manchado por el factor de estabilidad online. Nintendo aun tiene mucho trabajo en este apartado, pero de allí es un juego que sí otorga buena frescura a su propia saga y supone todo un reto imaginar qué vendrá después.

Lo bueno:

  • Se mantiene esa propuesta divertida y con mucha dinámica.
  • Nuevas armas en el arsenal, sobre todo las especiales.
  • Se han dado ajustes a algunos modos de juego para un mejor balance.
  • Nuevas actividades que realizar en la nueva ciudad.
  • Salmon Run sigue siendo un buen modo de juego, y con una que otra innovación.
  • Una excelentísima campaña de un jugador.
  • Gran trabajo en el apartado artístico y musical.
  • Muy fluido y corriendo a 60fps todo el tiempo.

Lo malo:

  • Las armas principales nuevas no suponen nuevas mecánicas.
  • El modo de 3 equipos está únicamente disponible en los Splatfests.
  • Aunque no es necesidad, un nuevo modo competitivo pudo ser oportuno.
  • La estabilidad online sigue siendo su peor apartado.

nota 8.7

Análisis Splatoon 3

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