[Análisis] Dragon Ball: The Breakers – Una idea creativa, pero desarrollada por Yamcha
Este análisis fue realizado gracias a una copia de Dragon Ball: The Breakers otorgada por Bandai Namco mediante un código de activación para Steam
La saga de Dragon Ball nos ha ofrecido una gran diversidad de juegos durante décadas. Lo más llamativo es que estos no se han quedado únicamente limitados a los clásicos títulos de lucha y aventura. Hemos visto propuestas RPG, juegos de cartas, disparos o hasta novelas visuales. Pero hoy se ha sumado uno nuevo con Dragon Ball: The Breakers, y es básicamente el multijugador asimétrico de acción y supervivencia. Algo destacable también es que se aleja de los clásicos poderosos protagonistas, y nos pone en el lugar de los civiles. Sí, los simples humanos que vemos muchas veces en la serie, y que terminan siendo muchas veces víctimas de los abrumadores combates. ¿Pero realmente valdrá la pena esta nueva propuesta? Vamos a averiguarlo en este análisis de Dragon Ball: The Breakers.
Llegué al mundo de Dragon Ball. ¡Pero no soy Gokú!
Dragon Ball: The Breakers se inspira directamente de juegos como Dead By Daylight. Hablamos de un título donde tomamos el rol de uno de varios personajes súper vulnerables, aunque con ciertas habilidades, o sino de un «asesino» que debe encontrar y eliminar a los antes mencionados antes que cumplan determinadas tareas. En pocas palabras, hablamos de un multijugador asimétrico. Respecto a los primeros, llamados Supervivientes, se trata de avatares personalizados o algunos de los personajes más débiles de la saga, como Bulma u Oolong. Dichos personajes deben cumplir algunas tareas para enfrentar al villano de turno, llamado Raider. Estos son poderosos, y su tarea será liársela a los demás jugadores que luchan por sobrevivir y escapar.
¿Cómo ha sido posible esto dentro del universo de Dragon Ball? La trama simplemente se explica (por medio de Trunks) en base a una falla espacio-temporal que ocasionó que una porción de tierra y sus habitantes haya quedado varada en un espacio cuántico, trayendo consigo a uno de estos villanos. Una explicación incluida en el tutorial que es lógica, aunque claramente poco inspirada. A partir de aquí te tocará aprender a sobrevivir o a cazar, dependiendo del rol que te toque, y tener la chance de alzarte con la victoria.
Una falla espacio-temporal que trae ciertos fallos consigo
Como vemos, la propuesta base de Dragon Ball: The Breakers se entiende al inicio, sin embargo, es cuando jugamos donde recién descubrimos sus problemas. Para comenzar, para sobrevivir al Raider como Superviviente debemos, entre 7 jugadores, recolectar unas siete llaves para activar una máquina del tiempo. Una vez realizada esta tarea podremos finalmente escapar de aquel infierno. Por su parte, el Raider puede volar y cuenta con habilidades extraordinarias para eliminar al resto de jugadores. Estos últimos, obviamente tendrán que darle más peso a su creatividad y sobrevivir mediante el escondite o incluso dificultarle las cosas al Raider.
Los Supervivientes tienen algunas herramientas que les facilitan el trabajo. Esto incluye chances de saltar grandes alturas, convertirse en un objeto para camuflarse, disparar algún arma para aturdir temporalmente al Raider, etc. Estas se encuentran en baúles repartidos por el mapa, donde también habrá una especie de máquinas gashapon donde obtener habilidades más poderosas o cosméticos para nuestro personaje.
El Raider por su parte, debe iniciar desde una etapa más básica, con poderes básicos, y tendrá que encontrar a algún jugador o NPCs para desarrollarse. Ya en su segunda etapa es letal, y ni hablar en la tercera donde es extremadamente peligroso. No obstante, durante la primera parte el juego básicamente se vuelve el escondite. No es sino hasta que ya encuentras a los primeros Supervivientes donde la partida entra a su punto caliente. Los Raiders también pueden aniquilar una zona completa del mapa para dejarla inutilizable y obligar a los Supervivientes a moverse (como la zona de Fortnite).
El gran problema de Dragon Ball: The Breakers es que jugar como Superviviente es mucho menos satisfactorio que jugar como Raider. Y no solo lo decimos porque los últimos son los villanos emblemáticos de la saga. Resulta que es bien difícil que te toque como Raider si juegas con desconocidos. De las 20 primeras partidas que tuve, solo una vez me tocó en dicho rol. Sin embargo, sí cabe mencionar que el juego de Superviviente es algo soso hasta que finalmente el Raider pasa cerca. Aquí el juego gana esa sensación de tensión y sentirte sumamente vulnerable. El juego te obliga a improvisar y ser creativo para no ser descubierto y sigas realizando tus tareas.
The Breakers busca tener identidad, pero le falta mucho
Para este análisis de Dragon Ball: The Breakers nos enfocamos también en qué puede aportar el juego al género. Este definitivamente es muy diferente a otros títulos. No solamente por la ya mencionada sensación de extrema vulnerabilidad de los Supervivientes. Un punto a destacar es que hay algunas cápsulas que nos permiten transformarnos temporalmente en alguno de los Guerreros Z. Podemos ser Gokú, Piccolo, etc. y hacerle algo de frente al Invasor. Sin embargo, es sumamente complicado poder detenerlo, incluso si se lo atacan de varios. Recomendaría tomar esta vía únicamente si el objetivo es la distracción.
Pero acá viene otro problema y son los controles y la cámara. El movimiento de los diferentes personajes se siente muy tosco, con unas animaciones poco amigables. Por momentos la cámara también resulta poco fiable. Más de una vez no se ajusta al mejor ángulo y puede resultar incómodo sobre todo para disparar habilidades de largo alcance, tanto como Superviviente como Raider. A veces también la cámara se pega demasiado a una pared, y perdemos por completo la orientación. No digo que sobrevivir al villano sea sencillo, pero sí te tocará sufrir también porque no pudiste controlar bien a tu personaje en un momento crucial.
Otro detalle es que al haber muchos Supervivientes (en comparación a otros títulos) la coordinación es más difícil. A veces, solo viendo al resto dar vueltas de un lado a otro, nos deja pensando cómo podríamos proseguir de la mejor manera. Y eso que hablamos de un requisito tan sencillo como encontrar las llaves. Creo que a veces la pantalla también te abruma de mucha información, y por momentos se pierde el objetivo principal de todo tu equipo.
¿Quién diseñó esto? ¿Yamcha?
El juego cumple su cometido hasta cierto punto en lo que se refiere a personalización. Hay incluso una especie de Pase de Batalla que nos va recompensando con nuevos objetos y herramientas disponibles para partidas. Hay un layout y menú navegable bastante intuitivo para que vayamos a hacer otras cosas antes de buscar una partida. Es cuando ya queremos entrar a una cuando viene otro tropiezo. Puedes incluso elegir un rol predilecto, aunque el sistema te emparejará como mejor le convenga. Aun así, habrán casos en los que puedes encontrar partida en menos de un minuto, como también buscar durante 10 minutos y no encontrar, incluso en un mismo horario. Es aquí cuando toca darle cancelar y buscar de nuevo. El estudio tiene que arreglar varios problemas del matchmaking.
El otro detalle del que seguro ya muchos se han dado cuenta es el apartado visual. El juego por ahora está limitado a únicamente 3 escenarios, y todos con un aspecto gráfico muy por debajo del estándar actual, incluso para un título de precio reducido. El cell shading empleado nisiquiera se lo siente como uno. Entiendo que esto pudo haber sido para optimizar el juego y llegue a una mayor audiencia, pero tampoco así se podría justificar un apartado tan pobre. Las animaciones también se aprecian algo toscas, y otras como por ejemplo cuando miramos el radar nisiquiera tenemos movimiento natural en la mano (se queda estática incluso corriendo). Los efectos sí le dan algo de contrapeso, así como los elementos del mundo de Dragon Ball están correctamente diseñados. Pero en general, no es un juego que vaya a impresionar por los ojos.
Finalmente tenemos la decisión de no contar con crossplay. En una era donde se busca llegar a la mayor cantidad de jugadores y usuarios posibles esto es un tremendo error. No solamente va a repercutir en la agilidad de encontrar partidas, sino en la vida del juego. Sumándole su apartado gráfico, sistema de progresión y su gameplay al que le falta pulirle, Dragon Ball: The Breakers pudo haber ido por el sistema Free-to-Play. No es una mala decisión hacerlo de pago con recompensas que pueden obtenerse simplemente jugando. Pero hablamos de una producción que no es gratuita, y que ha debido tener cierto estándar al momento de lanzarse.
¡El juego necesita mejorar! ¡Apresúrate, Gokú!
Dragon Ball: The Breakers parte de una idea creativa, pero que comete más desaciertos que buenas decisiones. Jugar como Raider es divertido, y jugar como Superviviente puede arrancar algo aburrido, pero conforme evoluciona la partida aumenta la tensión. Sin embargo, parece un juego a medio terminar, con animaciones y texturas algo toscas, una cámara que puede traicionarnos y un matchmaking que requiere arreglos. Sí puede otorgar buen entretenimiento entre amigos y un correcto sistema de personalización y recompensas, pero va a necesitar de muchas actualizaciones para ser un título que destaque.
Lo bueno:
- Una idea creativa para el mundo de Dragon Ball.
- Jugar como Raider es retador y divertido.
- Un sistema de juego único en su género que le da personalidad.
- Buenos momentos de tensión e improvisación como Superviviente.
- Su sistema de personalización y recompensas.
Lo malo:
- El movimiento y animaciones de los personajes son algo toscos.
- La cámara se suele posicionar incorrectamente a menudo.
- Las texturas y elementos del escenario claramente pudieron trabajarse mejor.
- El juego a la larga no tiene mucho que ofrecer, salvo que sumen nuevas habilidades, personajes y equipos.
- El emparejamiento es errático, puede encontrar partida rápido o demorarse demasiado.
- No cuenta con juego cruzado entre plataformas.
Análisis Dragon Ball: The Breakers