Jim Ryan acusa a Microsoft de que subirá los precios tras la compra de Activision
La polémica compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha despertado las preocupaciones antimonopólicas de las autoridades y empresarios. El jefe de PlayStation, Jim Ryan, ha hecho todo lo posible para impedir la adquisición, pero a medida que se acerca su final los empresarios se han vuelto más controversiales.
Hace unas semanas Sony expresó su confianza con el regulador de Reino Unido quien se preocupa de un posible monopolio en la industria que perjudicaría la competencia y por ende, cree que debería bloquearse.
“Sony Interactive Entertainment confía en que la investigación de la Fase dos de la Autoridad de Competencia y Mercado (CMA) confirmará la probabilidad de que la transacción disminuye sustancialmente la competencia y debería prohibirse”, dijo el titular de Sony.
La preocupación de Jim Ryan se debe a la franquicia de Call of Duty, la cual Microsoft ofreció mantenerla en PlayStation durante otros diez años y que Ryan rechazó. Sony se mantiene argumentando en contra de cualquier oferta sobre el juego pues “Microsoft tendría la capacidad y el incentivo para excluir o restringir a los rivales, incluidas PlayStation y PlayStation Plus (…) de tener acceso a Call of Duty”.
Microsot aumentaría los precios de los juegos, el hardware y las suscripciones.
Las recientes declaraciones de Sony emitidas a la Autoridad de Competencia y Mercado del Reino Unido acusan que los desarrolladores independientes se verían perjudicados a largo plazo y los usuarios sufrirían el aumento de los precios de Microsoft.
“A mediano plazo, un número significativo de usuarios de PlayStation probablemente se cambiarían a Xbox y/o Game Pass”, dijo. “Frente a una competencia más débil, Microsoft podría aumentar los precios de las consolas y los juegos para los usuarios de Xbox (incluidos aquellos que cambiaron de PlayStation), aumentar el precio de Game Pass, y reducir la innovación y la calidad”.
Según Sony, si la adquisición de Activision procede alejaría los servicios de suscripción de juegos en PlayStation Plus para acercarlo a Xbox Game Pass.
“Mientras Microsoft cerrara PlayStation/PlayStation Plus, probablemente se convertiría en un canal de distribución crítico para los desarrolladores independientes”, dice Sony. “En esa posición de negociación debilitada, los desarrolladores independientes probablemente recibirían peores condiciones por su contenido de Microsoft o incluso se les exigiría que prometieran exclusividad a cambio de la distribución, lo que disminuiría la capacidad y el incentivo de los desarrolladores independientes para invertir en nuevos juegos de alta calidad. Esto, a su vez, también dañaría aún más a los consumidores”.