[Análisis] Forspoken – Cuando la magia no disimula el truco
Este análisis se ha realizado con una copia de Forspoken para PlayStation 5.
Si hablamos de mundos abiertos en los últimos años se nos vienen a la mente compañías como Ubisoft, Bethesda, Nintendo, Rockstar, entre otras. Incluso si vamos al género de los RPG, hoy los extensos mundos se los ha llevado Xenoblade o Elden Ring, dejando a los títulos de Square Enix en un segundo plano. Obviamente no podemos desmerecer a Final Fantasy XV o Final Fantasy VII Remake, que han ido de bien a excelente. Sin embargo, fuera de la conocida saga, en los últimos años sus proyectos de la mano de PlayStation han ido de mal en peor. Solo es cuestión de ver títulos como The Quiet Man o Babylon’s Fall. Ahora viene el nombre de Forspoken, un juego que desde su anuncio como Project Athia no despertó mayor euforia. Sin embargo, con sus últimos tráilers hubo mayor optimismo. ¿Cumplió? Vamos a descubrirlo en nuestro análisis de Forspoken, el nuevo juego exclusivo de Square Enix para PS5 y PC.
Cayendo por el agujero del conejo, pero una dura caída
Forspoken arranca en la ciudad de New York, y nos presenta a su protagonista Frey Holland (vaya similitudes), una huérfana que fue rescatada cuando era una bebé. Cerca de cumplir los 21 años nos percatamos de que ha pasado de distintas casas para desamparados y a más de un problema con la justicia. Básicamente una propuesta que puede recordar a Aladdin, con la excepción de que este último realmente no tenía nada más que un techo donde dormir. Con Frey es un poco más de empatizar cuando ves todo el botín que ha logrado conseguir, pero que desgraciadamente acaba perdiendo. Cuando está a punto de acabar con todo, encuentra un brazalete mágico que la teletransporta al mundo de Athia.
A partir de aquí nos toca recorrer todo un mundo lleno de magia, donde hasta hace poco las cosas transcurrían sin mayor problema. Pero ahora dicho mundo está sometido por una especie de entidad oscura que convierte a todo ser vivo en monstruosidades. Este brazalete terminará siendo nuestro mejor aliado, y no solamente para defendernos, sino para pasar el rato. ¿Lo malo? Que a partir de aquí la historia se vuelve muy predecible hasta en las misiones secundarias.
Entre batallar con magia y parkour
Forspoken no es un RPG, se trata un juego de rol de acción pero más enfocado a este último. A diferencia de Final Fantasy XV, título desarrollado por el mismo estudio Luminous Productions, el combate es más a distancia y no con armas cuerpo a cuerpo. Esto permite un sistema más ágil y más veloz. No puedo decir si es mejor o peor que el otro, solamente es diferente y puede que algunos se sientan más a gusto. Al arrancar tenemos a nuestra disposición una magia de ataque primaria que se dispara con el gatillo derecho. El izquierdo irá para los hechizos de apoyo.
Tanto la magia primaria como secundaria se puede elegir de una ruleta, de modo que puedas escoger tu mejor combinación acorde a la situación. Y a estas le sumamos sus respectivos árboles de habilidades. Sin embargo, nada de esto termina siendo de utilidad por dos problemas esenciales durante la travesía. En primer lugar es que el árbol secundario no es instantáneo, y te tomará varias horas para recién comenzar a desarrollarlo. Esto obviamente te deja con una jugabilidad algo estancada en la primera mitad del juego. Y el segundo problema es la variedad de enemigos. Hay esbirros que nos podemos quitar de encima con daño de área, otros que son más grandes y rápidos, algunos voladores y finalmente los grandes jefes. En pocas palabras, no hay que pensar mucho en tu estrategia al momento de combatir.
De allí el segundo componente del juego es el parkour mágico. El mundo es relativamente extenso, y nos podemos mover por 4 diferentes reinos. Con este sistema que llega a sentirse ágil y veloz podemos recorrer el mapa rápidamente. Se siente mucha libertad para desplazarnos por casi cualquier sitio, pero hay que admitir que cuesta adaptarse al movimiento. Una vez que lo hagamos nos daremos cuenta de que en Forspoken hay bastante terreno por explorar y cosas por hacer.
Un combate donde ha faltado algo de complejidad
En el párrafo anterior de este análisis mencioné del enfoque que tiene Forspoken para su combate. Se cimenta en un sistema de hechizos que difiere de otros juegos más centrados en el cuerpo a cuerpo. Sí hay también movimientos cuerpo a cuerpo, pero definitivamente estamos frente a un juego de acción y aventura RPG que un hack and slash. Tenemos diferentes hechizos como incendiar toda una área con fuego, colocar trampas explosivas o incluso sanarnos de un efecto. Todo esto sería muy divertido si realmente hubiera enemigos formidables que enfrentar.
Lamentablemente Forspoken peca de que casi todos los enemigos poseen una inteligencia artificial muy pobre. Su comportamiento no va más allá de moverse frente a ti y pasados unos segundos atacar o cargar algún golpe devastador que debemos esquivar. De hecho, no solamente es fácil burlarnos de ellos e incluso perderlos con suma facilidad. Algunos sub-jefes pueden derrotarse con solo centrar la cámara y hacer strafe alrededor de ellos mientras seguimos disparando. Y si a esto le sumamos la poca variedad de enemigos que hay, la motivación puede rápidamente ir desvaneciéndose.
¿Algo más que hacer en Athia?
Forspoken, como todo juego de mundo abierto, cuenta con misiones secundarias con las que podemos rellenar los huecos de los enfrentamientos. Sin embargo, lo que podemos ir descubriendo no es tan llamativo que digamos. El juego no apuesta por mazmorras o cuevas con puzzles y secretos más elaborados. En cambio, la gran mayoría de sus sidequests únicamente consistirán en el sistema genérico de ir a un lugar, limpiarlo de enemigos y traer algo de aquel sitio. No voy a ser duro, porque sí hay excepciones como cumplir una tarea de sigilo en un emplazamiento, tomar fotografías con el móvil, o resolver un acertijo del diseño del mapa.
El juego además cuenta con una sola ciudad, y que nos cuesta realmente llamarla como tal por la poca cantidad de personas que vemos en las calles. Y esto no lo afirmo comparándola con juegos como Assassin’s Creed Unity por ejemplo, sino The Witcher 3. Y a esto le sumamos que lo más resaltante del juego, el parkour, está bloqueado en esta área.
No lo sé Rick, no parece presentación next-gen
Cuando Project Athia fue anunciado a mediados de 2020 para PlayStation 5 nos dimos cuenta de un mundo y efectos que se veían muy bien. Definitivamente muchos estaban convencidos que era un juego de nueva generación. Pero conforme salían más tráilers el entusiasmo iba cayendo. Poco a poco, cuando salieron los primeros gameplays uno se preguntaba si este juego también saldría para PlayStation 4. Pero no iba a ser así, era un título exclusivo de PS5. Sin embargo, ya al momento del análisis, a Forspoken no se lo ve como tal casi por ninguna parte.
Para comenzar, el mundo no es que sea algo tan extraordinario y que no se haya visto antes. De hecho, el propio Final Fantasy XV no tiene nada que envidiarle a este nuevo videojuego. Es más, Forspoken emplea demasiado la neblina para la distancia de dibujado. Con esto nos referimos a la niebla que tapa los elementos lejanos mientras se van cargando, pero en este juego pareciera que las tinieblas nos invaden a cada momento.
Y no sé si esto es parte de cuidar el rendimiento o así lo han querido presentar. Varias peleas con los jefes lucen excesivamente oscuras y donde no se aprecia ninguna clase de detalle. Cuando nos enfrentamos a un dragón, debo imaginarme que es un dragón y no solo su silueta. Y tampoco dejo de lado los problemas de la cámara, que aunque fueron algo solucionados desde Final Fantasy XV, aun se arrastran errores.
Análisis Forspoken
Por último caben mencionar las animaciones faciales, tanto en la protagonista como en los demás personajes. Square Enix siempre se ha caracterizado por tener animaciones de sus modelos muy bien logradas. Pero acá los gestos y la sincronización de labios lo hacen parecer casi un juego de PlayStation 3.
Una presentación con altibajos
Visualmente, como mencionamos líneas arriba, el juego se ha quedado muy atrás. Desde que empezamos en New York hasta que visitamos Athia no solamente hay detalles que llaman la atención por su falta de pulido. Realmente no parece un juego next-gen. Sin embargo, sí logra sobresalir un poco en cuanto al sonido y la música. Hay efectos bien trabajados y una actuación vocal al inglés correctamente ejecutada (aunque el diseño de los subtítulos no es nada amistoso en algunas ocasiones). Y finalmente tenemos una banda sonora inspiradora, con varias facetas para los diferentes momentos de tu travesía. Al menos en esto Square Enix nunca falla, y es de agradecer.
Respecto a la historia y la narrativa, como mencionamos en el primer párrafo de este análisis, Forspoken peca mucho de lo cliché y lo tradicional. Vamos a buscar conocer más acerca de la misma tierra de Athia, el brazalete parlante que siempre usamos, y obviamente sobre los orígenes de Frey. Sin embargo, tanto el guion como la historia en sí pueden acabar decepcionando a muchos. El primero, sobre todo por los diálogos entre la protagonista y su artefacto, pareciera que fue hecho por las mismas personas responsables de alguna mala serie de Disney Channel. Lo segundo, los acontecimientos, vas a sentir que si hubieras escrito varias cosas antes de que ocurriesen te sentirías como un escritor en Square Enix. No niego que hay momentos interesantes, pero son muy pocos.
Un juego donde la magia se quedó a medio camino
Forspoken es un juego que tuvo buenas ideas, pero que el estudio no supo ejecutarlas, un sistema de combate y parkour que no se aprovecha en gran medida, con enemigos, misiones y una historia muy poco inspirados. A esto se le suma un despliegue gráfico y técnico que nos hace dudar de si es realmente un juego de nueva generación para PlayStation 5. Obviamente podemos destacar su apartado sonoro y musical, y pequeñas partes de su travesía. Sin embargo, esta queda a medio camino si se trata de variedad y motivación para seguir avanzando.
Lo bueno:
- El sistema de combate es una buena idea que da cierta frescura al género.
- El parkour mágico es muy divertido y te da una gran sensación de agilidad.
- Una buena cantidad y variedad de hechizos a tu disposición.
- El diseño de sonido y efectos bien logrados.
- La música de Square Enix es inspiradora y pasa por diversos matices.
- Tiene gatitos, algo es algo.
Lo malo:
- La IA de los enemigos es muy básica y poco desafiante, no hay variedad que otorgue reto.
- El mundo se siente muy genérico y no es lo suficiente atractivo para tiempos actuales.
- Los poblados y ciudades no se sienten con la suficiente vida.
- Las misiones secundarias no tienen casi nada de variedad.
- El apartado gráfico y técnico te abruma con niebla, incluso en batallas con jefes.
- Las texturas, animaciones faciales y sincronización de labios parecieran de hace algunas generaciones.
- La historia se siente muy cliché y altamente predecible.
