[Análisis] Xenoblade Chronicles 3: Future Redeemed – Un cierre a un prometedor futuro
A estas alturas, ya es indiscutible que la saga Xenoblade Chronicles ha conseguido, por mérito propio, convertirse en una de las más valoradas de Nintendo. Cada una de sus entregas ha sabido ganar expectativa entre los fans, dejando un gran panorama a futuro. En nuestro análisis respectivo ya dejamos claro por qué Xenoblade Chronicles 3 ha sido de los mejores títulos del 2022, pero ahora le toca el turno a su DLC. Future Redeemed (Futuros Redimidos) fue una muy grata sorpresa cuando se reveló por primera vez. El pasado y el presente se encontraban. Y ahora, puedo decir sin temor a equivocarme que cierra de manera muy aceptable el ciclo de las aventuras de Shulk, Rex y el arco argumental de las historias de Noah y Mio. Vamos a descubrirlo a continuación.
Un DLC para terminar de unir cabos
Futuros Redimidos busca explicar y cohesionar lo mejor posible, toda la historia de los juegos previos. Busca atar muchos cabos sueltos y consolidando toda la saga como una sola. Puede que su final no sea tan espectacular como un fan pudiera desear, pero tampoco es que sea demasiado sobria. Cierra de manera emotiva la presencia de ese par de míticos guerreros, así como todo el arco argumental de la saga, hasta el último detalle, incluso dándose el lujo de reservar un significativo dato final, en el último diálogo, cuando Matthew nos revela algo fascinante.
Sin el ánimo de spoilear demasiado, debo decir que en cuanto a mecánica de juego, Futuros Redimidos es más sencillo e intuitivo de jugar. De hecho es tan simplificado que no cuesta mucho adaptarse a los controles y ejecutar los ataques. Cierto es que al ser una precuela, históricamente, algunos elementos no pueden estar disponibles, como la fusión plena de Uróboros. No obstante, se ha incorporado una especie de fusión primitiva que nos ayuda a entender lo que posteriormente experimentarán Noah y Mío. En resumen, la jugabilidad, se mantiene en la línea dejada por la tercera entrega, aunque algo más sencilla y simplificada, pero no menos disfrutable y espectacular.
Yendo a descubrir maravillas en una última aventura
En cuanto a la exploración, un elemento ya característico de la saga, no me ha resultado engorrosa ni aburrida. En parte se debe a que el mapeado. Como lo fue el de Thorna, no es tan extenso, pero también porque Futuros Redimidos es mucho más didáctica y con indicadores precisos y gráficos que nos motivan a recorrer el mapeado y completar el juego. Como agregado de este punto, he de confesar que resulta muy nostálgico y/o romántico, el volver a recorrer «ese lugar» en donde se inició toda esta aventura.
La música juega al propósito de la saga, inyectando ese toque nostálgico que se incrementa al momento de la llegada tanto de Shulk como de Rex. Esto es más especial cuando se descubren los lazos familiares de ambos en este nuevo mundo. En este punto reitero que, personalmente, ambos se «roban el show» relegando a Matthew, a un segundo plano. No es, en ningún sentido, un comentario que busque minimizar al protagonista de esta expansión, pero es que como fan, la presencia de ese par de héroes pesa y mucho.
«Ya eres un adulto…»
Completar el juego no será tan difícil para manos ya expertas en la saga. Pero lo didáctico de la exploración, la sencillez y vistosidad de los combates, los elementos emotivos y parentales; y en particular, el poder volver a ver a Rex blandir las espadas de las Égidas y reexplorar ciertos lugares junto a Shulk, nos invitan a recorrer y disfrutar lo más posible la expansión. Al final se deriva en una experiencia que se puede culminar en unas 20 horas ó menos. Definitivamente esta historia es lo mejor y lo más atractivo del Pase de Expansión, un digno final para una saga hermosa y que abre un futuro prometedor a la franquicia.
Análisis Xenoblade Chronicles 3: Future Redeemed