análisis Assassin's Creed Mirage

[Análisis] Assassin’s Creed Mirage – Entre la nostalgia y la novedad

Este análisis se ha realizado en base a la versión de Assassin’s Creed Mirage para PS4

Ubisoft nos prometió que Assassin’s Creed Mirage sería el título que regresaría a las raíces de la franquicia. Así que, como fanáticos de los primeros juegos de la franquicia (en especial de la saga de Ezio), decidimos darle una oportunidad y ver por nuestra cuenta si realmente es así o si solo fue una estrategia de marketing por parte de la compañía.

Bagdad y el diseño de una ciudad que se siente auténtica

Si hay algo en lo que -casi- siempre han destacado los juegos de Assassin’s Creed, es en el diseño de sus escenarios. Desde Damasco, pasando por Florencia, París y hasta las locaciones de los juegos más recientes, los equipos detrás de cada uno de los juegos siempre se dieron el trabajo de investigar bien cada una de las ciudades que representarían.

Recuerdo, por ejemplo, cómo en 2014 los fanáticos de la saga no dejaban de hablar sobre Assassin’s Creed Unity, cuya ciudad, París, era una representación casi exacta del lugar en el periodo en que se desarrolla el juego. Si bien, conforme los mapas se hacían más grandes, fue difícil repetir esta característica, siempre hubo mucho trabajo de campo detrás de la creación de cada mapa.

Assassin's Creed Mirage

Pues bien, Mirage no es la excepción. Aunque su mapa, en comparación a los últimos lanzamientos de la franquicia, no es tan extenso, cuenta con una ciudad que desborda en detalles y una calidad que saltan a la vista desde el primer momento. Ciertamente, recuerda bastante a Damasco del primer Assassin’s Creed o a Constantinopla de Revelations. Pero, a la vez, tiene características propias que la diferencian.

Sin duda, es un deleite visual detenerse en cualquier punto alto y observar Bagdad. Admirar las calles, construcciones y sus maravillas arquitectónicas, como El Bazar, la Casa de la Sabiduría, el Palacio de la Cúpula Verde, el Gran Bimaristán y más, muchas más, a lo largo de sus cuatro distritos.

Assassin's Creed Mirage

Por si fuera poco, el mismo desarrollo de la trama del juego te llevará a través de estos lugares para que no te pierdas de nada. O, claro, también puedes explorar por tu cuenta. Después de todo, tras un par de horas de juego (aproximadamente) Mirage te da casi completa libertad. Eso sí, nuestra recomendación es, justamente, aprovechar las misiones principales para explorar (dentro de lo posible) y, además de los objetivos, entretenerte con los cofres, libros y demás enigmas que se ocultan en esta urbe.

Sí, Bagdad es una ciudad hermosa y muy bien diseñada. Lamentablemente, no se disfruta al máximo debido a ciertos puntos negativos.

Un parkour que deja mucho que desear

La exploración no se hace tan placentera debido a los movimientos algo torpes de nuestro protagonista, el personaje que controlamos. El parkour logra ser decente, pero solo gracias al excelente diseño de los escenarios del que hablamos en la sección anterior. Si dejamos ese aspecto de lado, nos quedan unas mecánicas de movimiento deficientes.

En más de una ocasión nuestro personaje se estancará o realizará acciones que en realidad no queríamos hacer. En la exploración libre, más allá de la incomodidad, esto no significa un gran problema. Sin embargo, cuando estemos en una misión, realizando algo importante, estas situaciones podrían ocasionar que los enemigos nos detecten o hasta una desincronización.

En conclusión, el parkour luce bien solo cuando funciona como debería y ya estamos completamente acostumbrados a los controles del juego. Pero cuando no lo hace arruina la experiencia. Esta es, quizás, una de las grandes decepciones del título, teniendo en cuenta que el parkour siempre ha sido una de las características principales en todos los Assassin’s Creed.

Una ciudad hermosa, pero sin vida

Otro detalle que hace que la bien diseñada Bagdad no se disfrute en su máximo potencial es que se le ha dotado de poca vida. Ciertamente, contamos con una buena cantidad de NPC. No obstante, la cantidad no sirve de mucho si sus comportamientos, movimientos y capacidad de interacción no están bien pensados.

En el caso de Assassin’s Creed Mirage contamos con NPC cuyo único propósito es deambular por las calles de la ciudad sin rumbo aparente. No podemos interactuar con ellos, más que para robarles. Y esto aplica solo para aquellos NPCs disponibes para robar. Después, solo puedes hablar con los vendedores y con uno que otro personaje que desencadenan misiones secundarias en la libre exploración.

Assassin's Creed Mirage

Es como si Ubisoft quisiera alejarnos apropósito de las calles de la ciudad. Quizás por ello el sistema de viaje rápido resulta más eficiente. Tras sincronizar todas las atalayas y guaridas podemos transportarnos entre ellas fácilmente y así evitar estar corriendo de un lado a otro, como en las primeras misiones. De esta forma, ya no entramos en tanto contacto con los NPC y este punto negativo podría pasar desapercibido.

La situación es similar en la enorme naturaleza que ofrece el juego. Porque, claro, Bagdad, es lugar principal en el que nos movemos, pero el mapa tiene una gran porción de espacio para explorar fuera de la ciudad. De la misma manera, aquí nos encontramos con un gran diseño que se queda corto debido a la falta de vida. Mientras exploramos tenemos ante nosotros una mínimo (pero existente) flora y fauna. La única forma en la que podemos interactuar con ella es asesinando animales, aunque sin un motivo de por medio, ya que no brindan absolutamente nada.

Assassin's Creed Mirage

Descubriendo el gran misterio de Bagdad

La trama de Assassin’s Creed Mirage es intrincada, pero se desarrolla rápidamente. Por supuesto, no podía ser de otra forma siendo un juego que dura mucho menos que sus predecesores. Para no caer en spoilers mayores, solo digamos que tenemos que descubrir al gran líder templario de Bagdad. A quien mueve los hilos detrás de todos.

Para ello, tendremos cuatro ramas principales de investigación, una por cada guarida de asesinos en Bagdad. Las misiones se tratan sobre investigar, investigar e investigar para encontrar a los objetivos que nos puedan dar más información y, en la mayoría de casos, luego asesinarlos. Así que la historia es bastante sencilla y directa. Sin embargo, nos tendrá corriendo de uno a otro lado y cruzando caminos con diversos personajes, por lo que también es intrincada.

Por suerte, el juego nos da la libertad de jugar las misiones en el orden que queramos. En ese sentido, si nos aburrimos de alguna de las ramas de investigación, podemos pasar a otra o distraernos con los encargos, que son las misiones secundarias. Ahora bien, tampoco es que haya tanta variedad en cuanto a las misiones. Muchas de ellas tienen el mismo objetivo, solo que en distintos lugares, mientras que otras se desarrollan en los mismos lugares, pero con otros objetivos.

La jugabilidad, el talón de Aquiles de Mirage

Conforme nos hemos ido acercando a los Assassins Creed actuales, Ubisoft fue tomando la decisión de hacer que su jugabilidad se acerque más a la de un RPG. Algunos jugadores estuvieron más que contentos con este nuevo acercamiento a la forma de jugarlos, mientras que otros extrañaban la jugabilidad clásica, más sencilla y directa.

Pues bien, Assassin’s Creed Mirage, en teoría, podría tener satisfechos a ambos bandos, ya que cuenta con mecánicas que se asemejan más a las de los primeros juegos. Pero conserva algunos elementos y detalles que provienen de las más recientes entregas. Lamentablemente, en la práctica, nuevamente termina dejando mucho que desear.

La jugabilidad del título gira en torno al sigilo. Prácticamente todas las herramientas, mecánicas, habilidades y ayudantes que el juego pone a tu disposición son para mejorar tu experiencia de juego en sigilo. Esto sería un gran punto a favor si es que el planteamiento de esta forma de jugar fuera mejor.

Assassin's Creed Mirage

¿En qué sentido? Pues bien, de nada te sirve tener una gran variedad de herramientas a la mano si la inteligencia artificial es pésima. Tanto así que puedes matar a enemigos que estén al lado o en la línea de visión de otros sin que se den cuenta. Esto puede sonar beneficioso para muchos jugadores, pues una vez que entiendes las mañas del título todo se vuelve más fácil. Sobre todo, conforme vas desbloqueando o mejorando más mecánicas que, como dijimos, están enfocadas en el sigilo.

No solo ello, sino que también arruina la inmersión y hace que la jugabilidad se mecanice. Por ejemplo, una vez descubres la mejor estrategia que se acomoda a ti, no hay algún motivo por el que quieras dejar de utilizarla. Al fin y al cabo, Assassin’s Creed Mirage no te presiona para que realices grandes cambios en tu forma de jugar.

Aún así, el sigilo es mejor que el combate

Sí, aunque no lo crean, acabamos de criticar el sigilo, pero la verdad es que el combate es todavía peor. Resulta bastante repetitivo debido a la poca variedad de enemigos y mecánicas. Lo único que haces es bloquear o esquivar los ataques para luego asesinar a tus contrincantes. Ahora bien, pueden decir que este también era el sistema de combate de los primeros Assassin’s Creed. Sí, pero traer de la vuelta este estilo en 2023, definitivamente, no fue un acierto. Tampoco ayuda que los movimientos y animaciones se sientan toscos o robóticos, mientras que en títulos anteriores la experiencia era más fluida, con asesinatos múltiples o en cadena que se sentían cinematográficos.

Podríamos decir que el único punto en el que destaca el combate de Mirage es en la variedad de armas (para un juego de su tamaño y duración). Estas tienen efectos y mecánicas interesantes, aunque, lamentablemente, solo unas cuantas resultan verdaderamente útiles. En cuanto a las demás, se siente como agregar pasos adicionales e innecesarios al combate.

Entonces, por un lado es extremadamente fácil y aburrido cuando te enfrentas a uno o pocos enemigos. Pero, por el otro lado, se vuelve difícil y tedioso cuando llega uno de los pocos tipos distintos de enemigo o te enfrentas a varios de ellos. En cualquiera de los casos, uno desearía no haber entablado ningún combate.

Una dirección artística acertada

Ya hablamos sobre el hermoso diseño de escenarios que tiene Mirage. No obstante, los mismos criterios aplican para la dirección artística en general del juego. Es un título visualmente hermoso. Y no hablo de los gráficos, pues se puede jugar hasta en consolas de la pasada generación, sino de cómo se presentan las cosas ante nosotros. Los personajes, enemigos, elementos, y demás lucen bastante bien. De la misma manera, los efectos de sonido y el soundtrack, aunque no son nada realmente memorable, cumplen con su objetivo de ayudar con la inmersión e ir de acuerdo con el lugar o situación en la que nos encontremos.

Conclusiones

Assassin’s Creed Mirage es un juego visualmente hermoso. Se nota que las personas detrás de sus diseños sabían lo que estaba haciendo y tomaron las decisiones adecuadas para que el título destaca por este lado. Sin embargo, parece que todas las buenas ideas y aciertos se fueron en este apartado, pues no podemos decir lo mismo de todo lo que tiene que ver con la jugabilidad. No es ni un retorno a las raíces de la franquicia ni algo novedoso en la saga. Tampoco es un buen juego ni uno malo. Así que Mirage se queda en medio, se encuentra en una especie de limbo, sin destacar en nada más que sus grandes diseños.

Curiosamente, a pesar de todos los puntos negativos que le encontramos, nos resultó divertido hasta cierto punto. Aunque quizás aquí tenga mucho que ver la nostalgia. Definitivamente, si eres un fanático de los primeros Assassin’s Creed, Mirage te traerá ciertos recuerdos que harán que lo disfrutes un poco más que el gamer común y corriente. Pero hay que tratar de ser lo más objetivo posible. Todo análisis tiene su carga de subjetividad, pero no podemos dejarnos llevar completamente por ella.

Assassin’s Creed Mirage se concibió como un DLC para Valhalla. Dos semanas después, cuando todo todavía estaba en papel, se decidió desarrollarlo como un juego independiente. A lo mejor si se hubiera quedado como un contenido adicional la historia hubiera sido distinta. Después de todo, ofrecería algo completamente distinto a la entrega principal. Por lo contrario, como una entrega independiente se queda corta y no se siente como más que un juego promedio. Entretiene por momentos, aburre por ratos. Uno de esos títulos que terminas solo porque eres fanático de la franquicia o por su corta duración.

Lo bueno

  • Una dirección artística acertada, con escenarios, ambientes y personajes bellamente diseñados, que destacan visualmente.
  • Basim es un personaje bien construido. No llega al nivel de los grandes, pero cumple.
  • Aunque no es ese «gran retorno a las raíces de la franquicia» que prometió Ubisoft, cuenta con algunos elementos que hacen recordar a los primeros juegos de la saga.
  • Sistema de sigilo bien implementado, donde tienes buenos escenarios para aprovechar.
  • Las misiones y diálogos son directos y sin muchos rodeos.

Lo malo

  • Un sistema de parkour deficiente, que funciona solo gracias al diseño de los escenarios, pero que falla debido a animaciones y algunos movimientos torpes del personaje.
  • Un combate también deficiente, con mecánicas escasas y repetitivas, así como poca variedad de enemigos que son muy fáciles de asesinar o esponjas de daño. No hay punto medio.
  • El sigilo no se disfruta tanto por la pésima inteligencia artificial del juego.
  • Una historia solo te atrapa solo por momentos. Puedes terminar obviándola y terminar jugando por jugar.
  • Misiones repetitivas, con poca variedad de objetivos y de lugares.

nota 7

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