[Análisis] The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom – Reimaginando la aventura de Zelda
Este análisis se ha realizado gracias a una copia de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom para Nintendo Switch otorgada por Nintendo Latinoamérica
Ha pasado más de un año desde que Zelda: Tears of the Kingdom volvió a disparar nuestro medidor de nota a su cifra más alta a la fecha. Desde ese entonces muchos ya teníamos en nuestra mente cuánto tiempo debía pasar para un nuevo juego de la saga con una evolución notoria. Vaya que no tuvimos que esperar demasiado. Para este mismo 2024 Nintendo sorprendió anunciando Zelda: Echoes of Wisdom, donde lo más destacable fue un giro tremendo a su jugabilidad. Esta vez Link ya no era nuestro enlace con el juego, sino la princesa Zelda, y con cambios muy notorios. ¿Merece la pena esta reimaginación de la saga? Vamos a descubrirlo en este nuevo análisis de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom.
¿Ahora quién podrá salvarnos?
Echoes of Wisdom arranca con una situación muy familiar para muchos allegados a la saga. Link está a punto de rescatar a Zelda, tal como ha ocurrido otras veces en el pasado. Sin embargo, un giro inesperado y unas extrañas brechas cambian los papeles. Ahora es Zelda la que debe tomar las riendas para salvar a su reino de estas brechas oscuras que están apareciendo por todo Hyrule, llegando a engullir a algunos habitantes, y salvar a Link.
A decir verdad, es una situación que al inicio parece que la podremos manejar de una forma parecida a como ya lo hemos hecho antes, pero desde el punto de partida el juego te deja claro que no es así. Lo único que sí se preserva para esta nueva aventura en 2D es básicamente el movimiento, incluyendo el plataformeo. De allí, nuestros métodos de exploración, combate y resolución de puzzles cambia por completo.
Para esto tenemos la compañía de Tri, una criatura que nos ayudará a manejar un cetro como principal herramienta, así como darnos acceso al mundo alterno para rescatar a los que quedaron prisioneros. Una vez que sepamos cómo funcionan sus poderes, empieza lo bueno.
Vas a extrañar a Link desde el inicio
Ya mencionamos en este análisis que la jugabilidad en Zelda: Echoes of Wisdom cambia por completo. Ya no controlaremos a un personaje con su espada, escudo y sus opciones con diversos items. Ahora lo que tenemos es la capacidad de replicar diferentes objetos, así como también enemigos. En primer lugar, están los objetos, desde camas, mesas, rocas, hasta jarrones, cañones o incluso bloques de agua. Cada uno tiene su tamaño respectivo para subirnos a él y sortear obstáculos, o sus distintas aplicaciones para resolver acertijos. Y en segundo lugar, tenemos a los enemigos y criaturas. Cada vez que venzas a uno de estos podrás registrarlo en tu enciclopedia y podrás registrarlo para que luego funcione como tu propio Pokémon.
Ahora, no todo tampoco funciona de maravilla, sino que siempre tendrás algunas limitaciones. Con esto nos referimos a que cada objeto tiene su propio peso en tokens. De esta manera, por ejemplo, no puedes tener más de 3 camas al mismo tiempo, al menos al inicio. Esto te obliga a pensar muy bien en tu estrategia o resolución. A la vez, debes meditar bien en tus acciones, puesto que si utilizas los objetos de cierta manera y esta no es la adecuada puedes desencadenar su consecuente destrucción y empezar de nuevo, por ejemplo, si las camas se caen desde un punto muy alto, o si un objeto pequeño queda debajo del peso de una roca.
Esto también se aplica a los enemigos. Algo a destacar es que cada una de las criaturas tiene sus pros y contras, de modo que debes pensar muy bien cuáles usar para ganar las batallas. Algunos son más débiles, pero funcionan mejor en grupo. Otros tendrán daños por elemento, como fuego o agua. De ahí tenemos algunos que son más lentos, pero más resistentes. Otros saben atacar a distancia de forma más precisa, y otros generan problemas de estado, como parálisis. Todo este nuevo sistema prácticamente obliga al jugar a aprender a jugar este nuevo Zelda. Realmente se extraña a Link en un inicio, pero conforme vas conociendo las nuevas reglas se siente gratificante sentir un progreso y que lo vas dominando poco a poco.
Juntando lo mejor de ambos mundos
Echoes of Wisdom es quizá uno de los juegos en 2D más ambiciosos de la saga. No solamente destaca en su nuevo sistema donde puedes replicar a los objetos y sacarles el mayor provecho hasta donde tu creatividad lo permita, como hacer volar una cama utilizando enemigos que botan corrientes de aire, o utilizar rocas para golpear a algún monstruo que te esté bloqueando el paso. Su misma estructura del mapa y las misiones fueron planteados en base a lo que se diseñó en Breath of the Wild y Tears of the Kingdom.
Para comenzar, tenemos un mapa que sí se siente grande comparado a otros Zeldas. Obviamente no lo voy a comparar con los dos anteriores, pero sí podría decir que es con creces el mapa en 2D más extenso de la serie, y con bastantes accidentes y puntos clave que hacen que el interés no decaiga. Rescato también su sistema de colocación de puntos, y las opciones de teletransportarte a los sectores clave, algo parecido a las atalayas. Esto no quita la posibilidad de explorar todo en busca de secretos y demás, tanto a pie como a caballo. También puedes nadar y bucear hasta donde tu resistencia lo permita ampliando aun más las posibilidades de exploración.
De allí otro apartado que regresa son las recetas. A diferencia de los dos juegos anteriores, esta vez ya no tendremos comidas, sino jugos. Una vez que consigamos ciertos ingredientes podremos preparar algunas bebidas que podrían darnos ciertas ventajas. Tenemos desde el típico efecto de poder recuperar corazones, hasta las resistencias al frío, al calor, a la electricidad, etc. Eso sí, su efecto es cortísimo, así que vas a tener que pensar bien su uso, aunque creo que pudieron durar un poco más para el nuevo ritmo que lleva el juego.
¿Link, sí eres tú?
En su momento, Nintendo también reveló que este nuevo de Zelda iba a tener un mundo alternativo, así como también una forma Espadachín para la protagonista. Pues sí, sí lo están, y han resultado gratificantes, aunque quizá el segundo pudo tener un mejor planteamiento. Vayamos primero con esto ya que lo tocamos.
Desde el inicio del juego tienes chance a volver a manejar una espada y un escudo como en los Zeldas tradicionales. Sin embargo, solo puedes tomarlos por tiempo limitado mediante una barra que se va desgastando con el tiempo. Para recuperarla tendremos que conseguir algunos puntos celestes en el llamado Mundo del Vacío o derrotando enemigos oscuros. Lo malo es que sí siento que esta habilidad aparece demasiado pronto dentro del juego, y por momentos hasta rompe el desafío. Digo esto porque además puedes mejorar su duración con cierta facilidad. Quizá dejarla para mucho más adelante hubiera resultado en una decisión de diseño de combate más acertada.
Respecto al Mundo del Vacío, acá nos aguarda un panorama desolador, donde veremos a las personas que fueron engullidas por las grietas. Estas son, sin duda, las fases donde más vas a tener que explotar tus capacidades para utilizar los ecos o el replicar los objetos. Ver también árboles, fragmentos de tierra y hasta algunas casas volteadas y flotando de maneras tan surrealistas han permitido a los desarrolladores crear desafíos que hacen honor al nombre del juego.
Otro apartado que también rescato son las misiones secundarias. La campaña principal quizá desentone a algunos jugadores porque no tomará mucho tiempo superarla (comparado a otros juegos principales de la saga). No obstante, la historia se expande de buena forma con las tramas secundarias de los personajes que vamos conociendo. Prácticamente es como si tuviéramos un núcleo central bien fijado, y con más historias que vivir alrededor. Puedes ir y distraerte sin problema o dejarlo para después, pero al final se trata de una campaña principal bien definida y sin rodeos.
Las mazmorras, ¿tan clásicas como siempre?
Algo que extrañaba mucho de los juegos de Zelda desde hace mucho tiempo eran las mazmorras en su formato tradicional. No voy a mentir en este análisis diciendo que Zelda: Echoes of Wisdom recupera esa esencia por completo, pero tampoco diré que no lo hace en absoluto. Vamos por partes. Para comenzar, la estructura típica de los calabozos sí está de vuelta, y la forma de resolverlos se siente novedosa con la nueva jugabilidad de la protagonista. Tendremos nuestros acertijos, salas con enemigos que superar para pasar a la siguiente fase, llaves que necesitamos encontrar para seguir progresando, etc. Y todo con las reglas más tradicionales que recordamos de los juegos en 2D de la franquicia.
¿Cuál es el problema entonces? Simple, el potencial no se ha aprovechado lo suficiente, y comparado a otros títulos similares Echoes of Wisdom queda muy relegado en cuanto a complejidad de las mazmorras. Yo recuerdo que en Link’s Awakening, los Oracles, A Link Between Worlds, y ni hablar del majestuoso A Link to the Past teníamos desafíos y mecánicas muy bien trabajadas, tanto en micro como en macro. Teníamos desde los saltos entre distintos niveles, activadores que afectaban a todo el calabozo, botones que invertían pisos, etc. Salvo por dos mazmorras mucho más elaboradas, el resto no presenta realmente un desafío que signifique eso, un auténtico reto.
Siento que Echoes of Wisdom tenía todo un abanico de posibilidades en cuanto a su diseño de niveles, pero se ha quedado corto. Los jefes tampoco es que se salven mucho, pero al menos destacan por su diseño visual y uno que otro sí nos hará pensar cuáles son los ecos más adecuados para atacar y defendernos.
El arte tan bonito como encantador
Pasando al análisis del apartado audiovisual, Zelda: Echoes of Wisdom no decepciona. Mantiene ese toque de personajes mini del remake de Link’s Awakening. Esto no solamente le otorga a Zelda una apariencia muy encantadora, donde sus distintas emociones son muy bien reflejadas, sino también a todos los demás personajes. Sigue todo predominado por colores muy vivos que sirven muy bien para la exploración y los combates, pues así también podemos identificar los entornos, los ecos y los enemigos a los que hacemos frente.
Con lo que sí tengo algunos peros definitivamente es con el apartado técnico, y no por el tema gráfico. Echoes of Wisdom va a unos 30 fps en entornos exteriores, aunque con caídas a 20 cuadros por segundo en más de una ocasión. En mazmorras y otros interiores el rendimiento va mucho mejor, llegando a 45 fps. Es este ciclo de constantes subidas y bajadas lo que puede desentonar un poco la experiencia. Resulta un tanto extraño tratándose de un juego de este estilo.
Pasando a la música, extrañaba mucho los toques más melódicos de las mazmorras y otros entornos. Regresan esas tonadas que acompañaban con fuerza en cada escenario, dejando de lado el toque más ambiental que vino con Breath of the Wild. No digo que uno sea malo o viceversa, pero si eres de lo que extrañaba las flautas u otros instrumentos de viento con ciertas percusiones y melodías bien marcadas, aquí los tienes de vuelta.
Otro nuevo camino por recorrer
Zelda: Echoes of Wisdom es bastante acertado en cuanto a ofrecer un nuevo sistema de juego, pero respetando lo que significa la saga de Zelda: exploración, combate y acertijos. Esos tres pilares siguen presentes, pero ahora donde tenemos que volver a jugar y entender las herramientas que tenemos a la mano en una nueva aventura en 2D, donde además se suman lecciones aprendidas de BotW y TotK. Maneja un buen sistema de misiones principales y secundarias, pero definitivamente pudo ser más ambicioso en cuanto a las mazmorras.
Lo bueno:
- Una historia sencilla y bien narrada
- El nuevo sistema de juego se entiende a la primera
- Los ecos son extensos, variados y con sus propias reglas
- Las posibilidades que otorgan los ecos son amplísimas, y dan mucha libertad a la experimentación
- El mapa es el más grande que se ha visto en un Zelda 2D
- Buenas opciones para la exploración
- El combate tiene un amplio abanico de herramientas, pero sabe limitarse
- Misiones secundarias muy creativas y que suman al replay value
- Apartado audiovisual muy precioso
Lo malo:
- A veces los ecos pueden funcionar de forma impredecible cuando tratas de «romperlos»
- La campaña principal puede sentirse algo corta
- Las mazmorras pudieron ser mucho más ambiciosas
- Algunos inconvenientes de rendimiento
Análisis Zelda: Echoes of Wisdom