[La Previa] Jugamos The Division 2 en su beta privada y estas son nuestras impresiones

En el año 2016 tuvimos la oportunidad de jugar Tom Clancy’s The Division, desarrollado por Ubisoft y Massive, que nos llevaba a una Nueva York fuertemente azotada por un virus que causó el colapso de los Estados Unidos, en la que formábamos parte de una organización que debía «salvar lo que quedaba», conocida como The Division. Es a partir de aquí que debíamos enfrentar diversos desafíos, tanto contra personajes controlados por la CPU o contra otros jugadores en un shooter que mezclaba varios elementos de rol, como si de un Multijugador Masivo en Línea se tratase.

En marzo de 2019, es decir, tres años después, recibiremos oficialmente su secuela y muchos estamos a la expectativa de si realmente logrará acaparar a los jugadores, mantendrá su fórmula básica o lo más importante, sí nos sorprenderán con innovaciones que merezcan una nueva entrega. Podríamos decir que en una parte sí, en otra no.

Esto es lo que podemos expresar acerca de nuestro primer contacto con Tom Clancy’s The Division 2 luego de jugar extensamente su beta privada.

ES MOMENTO DE DEFENDER WASHINGTON D.C.

Antes de proceder con el análisis en sí, recordemos o pongamos en claro la mecánica básica del juego a los recién iniciados. The Division funciona como un shooter en tercera persona con elementos de rol clásicos, como el sistema de niveles par aumentar nuestras estadísticas, implementar y modificar nuestras armas y equipamientos, además de poder influenciar a las personas a nuestro alrededor, casi como funciona un MMO, pero sin perder los sistemas de movimiento y apuntado típicos de un shooter en tercera persona.

Desde el mismo momento que tomamos el control de nuestro personaje nos percatamos que el mundo que se levanta ante nosotros no solo ha cambiado en cuanto a su ambientación, sino que es más grande. Atrás quedó La Gran Manzana azotada por la nieve y el desorden, y ahora tenemos un Washington D.C. en el que la vida silvestre ha comenzado a recuperar terreno en una estación más cálida, pero no por ello los peligros han disminuido.

Una vez que nos hayamos establecido en nuestro cuartel inicial comenzaremos a cumplir diferentes misiones en la abandonada ciudad, la cual nos presenta enemigos más peligrosos en más de un sentido. No solamente nos disparan con mayor agresividad, sino que emplean muchos más artilugios en nuestra contra, desde las típicas granadas hasta minas a distancia o lanza-cohetes. Es por ello que ahora el factor cooperativo ha tomado mucha más fuerza, parece que va a ser requerido un escuadrón en la mayoría de las ocasiones. Y esto no solo se presenta en las misiones por sí solas, las calles ahora son más hostiles, por lo que ir en solitario puede verse como un descuido o todo un desafío para jugadores exigentes.

A esto le sumamos que las facciones ahora son más que antes, esto deja como resultado que muchas veces nos encontremos con enfrentamientos a medio camino o mientras exploramos la ciudad, lo que otorga un Washington mucho más vivo.

Tratándose de un juego de disparos al fin y al cabo, muchos jugadores esperaran un amplio y diverso arsenal, y aquí lo tenemos. Desde rifles y mini-ametralladoras o armas secundarias, hasta equipamientos tanto a nivel ofensivo y defensivo, las cuales podemos equipar como habilidades y que pueden usarse bajo el sistema de cooldown, es decir, que se deben recargar en un tiempo antes de usarse nuevamente. Es aquí donde quizá encontremos el primero de los problemas, y es que para los principiantes les va a costar ordenar e inventariar sus armas pues el HUD o esquema del inventario no es del todo amigable que digamos, y nos va a costar incluso descubrir como cambiar de arma primaria o descartar los objetos que no queremos durante una misión. Tratándose de acciones tan fundamentales, es sugerible un pequeño ajuste en este aspecto.

Las 2 misiones principales que tuvimos a nuestra disposición y las secundarias extra se desarrollaron sin mayor dificultad, y dado que se trata de un juego con elementos de rol, en ocasiones debemos emplear el arma correcta contra algunos enemigos, pues no se trata de solamente soltar todo nuestro armamento sobre los adversarios que tengamos en pantalla. Fuera de ello, en la mitad del trascurso de las misiones se sentirá un cierto deja vú pues siempre iremos recorriendo distintos escenarios urbanos o interiores enfrentando esbirros hasta llegar con los jefes.

Respecto al aspecto técnico la ciudad y todos sus elementos lucen muy por encima de varios juegos del género, distintas partículas y objetos llevados por el viento se mueven con mucha naturalidad, e incluso con las tarjetas de vídeo de gama baja se puede ver gran acción y detalle sin que los 60 fps sufran bajones importantes. Obviamente que solo las tarjetas de alta gama pueden sacar a relucir los reflejos, explosiones y efectos de luz que se han trabajado, sobre todo si se trata del ciclo día-noche en tiempo real. Un detalle importante a rescatar es que, al menos para la versión de PC, se han reportado varios inconvenientes respecto al sonido, los cuales, dado que se trata de una beta, esperamos que puedan ser corregidos.

Un detalle a reportar es que nos hubiera gustado oír las voces en español latino que se venían publicitando desde hace algunos meses.

En definitiva, The Division 2 resulta a primera vista una propuesta con suficientes innovaciones y elementos renovados como para justificar una secuela. La acción y enemigos a los que nos enfrentamos han evolucionado en diferentes aspectos, tanto en diversidad, características estéticas y comportamientos. Si bien las misiones pueden resultar un tanto genéricas, nos encontramos con algunos detalles en los enfrentamientos importantes que buscan que el juego tenga identidad propia, pero esto solo se verá por completo en la versión definitiva del juego.

Actualización tras la beta abierta: Hemos observado que para la versión de PC se ha optimizado mejor el juego. Las texturas cargan sin mayores problemas y los inconvenientes con el audio también fueron corregidos.

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