«No existe prueba de que los videojuegos se relacionen a la violencia», dice la Universidad de Massey
Desde hace décadas los videojuegos han sido, por costumbre, el blanco de diversos medios para buscar justificar la violencia del día a día. Es por ello que hasta el día de hoy se suele relacionarlos con problemas como la adicción a las drogas, el alcohol, los tiroteos o la violencia intrafamiliar. Sin embargo, no existe un estudio científico que pruebe dicha afirmación, y al contrario ya han salido a la luz investigaciones que niegan dicha premisa.
Hoy se suma a la lista un estudio de la Universidad de Massey en Nueva Zelanda. El informe fue realizado en base a 28 muestras, y tras un análisis de correlación entre los videojuegos y el ambiente agresivo se ha encontrado que esta es mínima. De hecho nisiquiera se podría considerar, según el autor, como un efecto leve. Entre las conclusiones de esta investigación se tiene la siguiente afirmación:
«La presente investigación no sostiene, de ninguna forma, la hipótesis de que los videojuegos violentos tienen un impacto significativo sobre la violencia infantil/juvenil».
De esta manera el estudio se suma a una amplia lista que también reincide en lo mismo: los videojuegos y la violencia en la vida real no guardan relación significativa. Todos sabemos que desde hace años los videojuegos han sido muy estigmatizados por la sociedad. No obstante, hoy ya tenemos fundamentos de sobra para negar acusaciones que no guardan mucho sentido. Esperemos que esta imagen que se tiene de ellos cambie a corto plazo, y pueda apreciarse en su lugar varios beneficios que también pueden traer.