El hacker de Switch, Gary Bowser, se declara culpable y tendrá que pagar más de 4 millones a Nintendo
Gary Bowser, líder de un grupo de hackers llamado Team Xecuter, decidió declararse culpable de los múltiples cargos en su contra. Ahora deberá pagará la suma de 4.5 millones de dólares a Nintendo. Este pirata informático de 51 años fue arrestado hace unos meses tras una larga persecución de la compañía de videojuegos. El hacker acusado de 11 delitos graves en 2020, enfrenta entre ellos los cargos de eludir las medidas tecnológicas.
Anteriormente, Bowser y Xecuter promovieron explícitamente la piratería en estos últimos años. Sus actividades delictivas se remontan desde junio de 2013. Este grupo distribuyó una serie de dispositivos de elusión ilegales para hackear Swich, PlayStation Mini, 3DS y SNES Mini. En septiembre de 2020, el líder del grupo de piratas junto a Max Louarn, fueron arrestados.
Cabe mencionar que el equipo de hackers lo conformarían 12 personas distruibuidas en todo el mundo. Actualmente, las autoridades han realizado investigaciones a tres de sus miembros. Sin embargo, el tercer integrante de nombre Yuanning ChenAún se encuentra prófugo.
Los implicados se les presentan 11 cargos, de los cuales el fraude electrónico y conspiración para cometer lavado de dinero son los más fuertes. Según el juez, podrían incluso enfrentar hasta 20 años de prisión. Para evitar un juicio, Boswer se declaró culpable de dos cargos. Estos son eludir las medidas tecnológicas y la trata de dispositivos de elusión.
Robando la propiedad intelectual
Según el informe del Departamento de Justica, Xecuter cosechó ganancias ilegales pirateando tecnología de compañías estadounidenses. Entre los afectados está Nintendo of América. Básicamente, estos piratas se llenaron los bolsillos robando la propiedad intelectual de desarrolladores de videojuegos. Estos a su vez, aplicaron una tarifa de licencia para jugar las obras robadas.
El hacker no solo tendrá que pagar esa demanda, sino también consentir la destrucción de bienes alojados en su domicilio en República Dominicana. Entre estos se encuentran discos duros, dispositivos móviles, consolas y hasta chips. Dichos objetos se utilizaron para llevar a cabo sus acciones ilegales.