[Reseña] Fallout de Amazon Prime Video – Guerra. La guerra nunca cambia
La serie de televisión de «Fallout» es el nuevo pistoletazo de Amazon Prime Video en esta nueva tendencia de lanzar adaptaciones de videojuegos. Violenta, brillante y sorprendente, es lo primero que puedo sacar de esta adaptación. Una primera temporada que transporta hábilmente a los espectadores a un mundo post-apocalíptico, cuya civilización tal como la conocemos ha sido sacudida por una guerra nuclear. Inspirada en la icónica serie de videojuegos del mismo nombre, esta adaptación televisiva captura fielmente la esencia del universo retro-futurista y distópico creado por Bethesda.
Un mundo post-apocalíptico lleno de peligros
La serie sigue a un trío de protagonistas mientras luchan por sobrevivir en un paisaje desolado plagado de mutantes, criaturas peligrosas y facciones en conflicto. La trama se desarrolla con maestría, tejiendo intrincadamente historias de traición, redención y supervivencia en un mundo donde cada decisión tiene consecuencias mortales. Es interesante que los productores y la propia Bethesda no se hayan limitado a adaptar los juegos anteriores, sino una expansión del canon de la historia de Fallout. Podríamos decir que esta serie funciona como una entrega nueva de la saga.
Con nueva historia y personajes nuevos en esta serie es una experiencia cautivadora para los aficionados de la franquicia y los recién llegados por igual. Tiene muchos guiños y referencias, pero eso no es su fuerte. La historia nos muestra tres perspectivas, primero, tenemos a Lucy. Una chica del refugio 33 que emprenderá un viaje peligroso en busca de su padre. Por el otro lado, tenemos a Maximus, un escudero de la Hermandad del Acero que tiene conflictos internos. Y, por último, el Ghoul, un mutante cazarrecompensas, cuya historia de fondo sirve como eje para conocer más de la trama con Vault-Tec. La ficción televisiva sorprende, porque los giros y revelaciones son unos más impresionantes que otros. Una primera temporada que nos sumerge en un viaje lleno de peligros, intrigas y moralidades ambiguas.
El trío de protagonistas: el Bueno, el Malo y el Feo
El elenco protagonista ofrece interpretaciones convincentes, destacando especialmente al Ghoul, cuya actuación de Walton Gogging es el corazón de la serie. Sus escenas son las más interesantes y las mejores coreografiadas. Es evidente el pulso del director Jonathan Nolan al jugar con la temática western, quien años atrás hizo Westworld. Pero eso no es todo, también la similitud que hay con la película “El bueno, el malo y el feo”. El personaje de Gogging es el mejor escrito, porque es quien permite al espectador conocer más del pasado y los entramados que llevaron al desastre nuclear. Además, el actor se luce, se nota que lo disfruta y nosotros también lo hacemos. Su papel me hizo recordar a esos antihéroes de los espagueti westerns. Por ejemplo, al Hombre sin nombre de Clint Eastwood o Harmonica de Charles Bronson. Tipos con mucho carisma, de mirada fría y con un código de honor algo cuestionable.
Lucy, por su parte, encarnada por la actriz Ella Purnell, no se queda atrás. Su desarrollo como personaje es muy bueno. Cumple un rol parecido al de los videojuegos de Fallout, con una perspectiva de la vida ingenua e inexperta, pero cuyo viaje la golpeará en la cara al ver la cruda realidad. Puedes notar un gran cambio en su conducta a una menos optimista y con mejor desenvolvimiento en los últimos capítulos. Es el personaje que lleva las riendas y la que aparece en todos los ocho capítulos que tiene esta primera temporada.
Maximus, interpretado por el actor Aaron Moten, siento que es el más débil de los tres. Moten lo hace bien, pero su arco como personaje es un poco desabrido. Me gusta la facción de la Hermandad del Acero, su filosofía y concepto que tienen del mundo actual. Pero el personaje de Maximus no permite que se explore del todo. Su papel en la trama lo hace ver un personaje con muchos tropiezos y algo torpe. No hace méritos para ganarse el puesto de Caballero.
La serie captura la estética de los videojuegos
Visualmente, la serie es impresionante, con escenarios post-apocalípticos meticulosamente diseñados que evocan la atmósfera única de los juegos. Desde los páramos desolados hasta los escombros de ciudades en ruinas. Cada escenario está ricamente detallado, sumergiendo a los espectadores en un mundo devastado por la guerra nuclear. Asimismo, nos muestra las diferentes facciones que habitan en la devastada Los Ángeles. Además de sus asentamientos humanos como Filly, una aldea hecha de chatarra que me hizo recordar a Megatón de Fallout 3. Se nota el gran trabajo de producción.
En cuanto a las escenas de acción es todo un espectáculo. La escena del tiroteo en el asentamiento chatarrero es de las más atractivas que puedas ver en una serie de televisión. Como alguien que disfruta de los juegos de Fallout es divertido cuando la cámara sigue cada bala y estas cómo impactan en los cuerpos. Una clara referencia a la perspectiva Vault. Cada secuencia de acción es violenta, absurda y con mucho gore. Un parque temático del salvaje Viejo Oeste. Por su parte, la fotografía, con sus colores y textura recuerda mucho el look de Fallout 4, muy colorido y de aspecto saturado.
Otro aspecto técnico de la serie es la banda sonora, pero lamentablemente se ve opacada por el gran repertorio de canciones con licencias. Es brillante el trabajo de Ramin Djawadi (Game of Thrones); la pieza musical que acompaña a la facción de la Hermandad del Acero es gloriosa y mística. Le hace justicia a esta facción militar de Fallout. Por su parte, las canciones licenciadas son las mismas que has escuchado antes en los juegos y le dan ese espacio hogareño al fan. Pero si eso no bastaba para el más fanático, también se puede escuchar la música de Inon Zur (compositor de la saga). Si son muy seguidores de Fallout New Vegas sentirán nostalgia cuando suene el tema principal en el episodio 6.
Una primera temporada muy prometedora
La serie no está exenta de sus defectos. Aunque la mayoría de los episodios mantienen un ritmo sólido y emocionante, algunos momentos pueden sentirse un tanto ridículos o forzados en su intento de hacer reír al espectador. El personaje de Maximus es el que menos brilla del elenco de principales. En los momentos más serios no funciona y el actor pese a intentar a hacer un trabajo normalito, le falta más versatilidad. Siempre muestra una cara, una mirada, un gesto, debe desenvolverse más. Salirse del cascarón. Pese a gustarme mucho el trabajo de Ramin Djawadi, en esta serie de Fallout se ve eclipsada por las canciones licenciadas. Recordaré más Maybe by The Ink Spots que la propia banda sonora del show.
También eche en falta más criaturas, más peligros mutantes o monstruos de pesadilla. Los que se presentaron en la serie son pocos, están ahí las cucarachas enormes o el Yao Guai. Pero me faltaron ver más de ese amplio bestiario que tiene la franquicia. No hubo supermutantes. Sé que hay un guiño a estos o a los horripilantes Sanguinarios; seres temibles y superdepredadores de gran tamaño. Ojalá que más adelante podamos ver a estos adversarios hostiles y de afiladas garras.
Una primera temporada muy prometedora
En resumen, la serie de televisión «Fallout» es una adaptación magistral que deleitará tanto a los fanáticos de la franquicia de videojuegos como a los nuevos espectadores. Con su narrativa cautivadora, personajes memorables y una ambientación impresionante, «Fallout» se destaca como una de las mejores series de televisión en la actualidad. Su impacto ha sido tan bien recibido que incluso elevó las cifras de jugadores en Steam. El show promete y ya tenemos una segunda temporada confirmada.
