[Análisis] Prince of Persia: The Lost Crown – El pasado y el presente reecontrados
Este análisis se ha realizado gracias a una copia de Prince of Persia: The Lost Crown otorgada por Ubisoft para Nintendo Switch
Desde que Prince of Persia: The Lost Crown fue anunciado por primera vez tuve algunos sentimientos encontrados. El «Príncipe de Persia» original de 1989 fue el primer videojuego que jugué en mi vida en una MS-DOS con monitor en blanco y negro. Ver la saga retomando parte de sus orígenes me dibujó una gran sonrisa, aunque era evidente que también tomaría elementos y mecánicas más recientes para una propuesta fresca. Es así como llegamos a la primera entrega de la serie en más de una década, donde nos topamos con un encuentro muy brillante entre el pasado y el presente. ¿Por qué decimos esto? Ven a descubrirlo en este nuevo análisis de Prince of Persia: The Lost Crown.
Un nuevo objetivo
Desde el inicio tenemos una peculiar sorpresa. Por primera vez en la franquicia, el príncipe ya no es el protagonista, sino Sargón, el último miembro de los llamados Inmortales. Este tendrá la difícil tarea de rescatar al secuestrado Príncipe Ghassan, por lo que debemos atravesar toda una ciudad maldita en una montaña. Este sitio, como su nombre indica, muestra un total desbalance del espacio-tiempo, por lo que tendremos que hacernos con distintos poderes para poder avanzar. En el camino tendremos encuentros y diálogos con varios personajes interesantes. Sin embargo, aquí verás su mayor y quizá único fallo, y es su narrativa. Prince of Persia: The Lost Crown puede mostrar una historia sin suficiente coherencia, algunos agujeros de guion y narrativa algo enrevesada.
Ten un poco de paciencia respecto a este apartado, pero si lo tuyo es meramente el gameplay y descubrir todo lo que el gigantesco laberinto tiene para ofrecerte, entonces pasa a la siguiente parte, porque aquí empieza lo bueno.
Nuevamente recorriendo un enorme laberinto en 2D
Como es evidente, el primer detalle que vemos en cuanto a gameplay es su sistema de plataformas y combate en dos dimensiones (aunque en realidad es 2.5D). El juego rememora mucho a los orígenes de la saga de hace 35 años, pero mucho más vitaminado. Se nota desde el inicio una fuerte influencia de títulos metroidvania más modernos como Hollow Knight, con ataques y habilidades acrobáticas y poderosas. No por nada el estudio encargado es el mismo que desarrolló Rayman Legends. Desde el inicio te das cuenta del enorme mapa que tienes a tu disposición, con diferentes estancias que en un momento son inaccesibles, pero que luego tendrás la capacidad de poder adentrarte en ellas.
Sargon no solamente es capaz de saltar y deslizarse por el suelo, sino que también combate de distintas formas y emplea magias para viajar en el tiempo y el espacio hasta donde se le permita. También hace uso de unos emblemas especiales que le dan diferentes poderes. Todo siempre está bajo un control muy preciso donde cada input se respeta a la perfección. Rápidamente te das cuenta que cualquier fallo o mal movimiento ha sido por algún error tuyo.
Poderes ya conocidos, pero otros que te sorprenden
Si hacemos un análisis más exhaustivo del gameplay en este nuevo Prince of Persia, nos daremos cuenta de que, si bien hay mecánicas tan habituales como el doble salto o el dash, hay muchas otras que te sorprenden no solo por su originalidad sino también por lo bien ejecutadas que están.
Las distintas formas en que puedes jugar con el tiempo, ya sea con un clon que puedes controlar hasta cierto punto, hacer una regresión a un punto de control, o manipular parte de una estancia, son variadas y creativas. Es más, el juego ha sido tan bien construido y diseñado que incluso si quieres aprovechar una mecánica y combinarla con otra para sacarles mayor provecho, verás que todo funciona. El juego está hecho con unos límites muy extensos para que saques el mejor partido a tu imaginación. Quizá hasta logres solucionar algunos acertijos de formas que ni los desarrolladores hubieran imaginado. Algo que también se agradece es que el mapa nunca deja de sorprender. Cada nueva etapa y cada nueva estancia otorga un reto fresco y que nuevamente te obligará a trabajar tu mente de forma distinta a la anterior.
Ahora toca aplicarlos a la acción y a la aventura
Respecto al combate, The Lost Crown también cumple en lo suyo. No solamente tendremos nuestras espadas para ataques cuerpo a cuerpo, sino también flechas para ataques a distancia y un botón que nos permite bloquear y hacer parrys. Hay una barra que se va cargando poco a poco y que nos permite liberar un ataque especial para aniquilar a todo aquel que se nos ponga en frente. De allí iremos aprendiendo nuevas técnicas como el típico golpe para levantar enemigos, otro para estamparlos contra el suelo o contra una pared, jalarlos, etc. Obviamente esto también se compensa con enemigos muy variados. Tenemos desde los simples «carne de cañón» hasta otros más complejos y agresivos y con distintos patrones de ataque. De esta manera, tendrás todo un buen repertorio de capacidades de combate y seres contra los cuales emplearlas.
Si vamos ahora a la exploración, es de agradecer que el mapa tiene distintas zonas. Cada una es muy diferente al resto, cuenta con su propia estructura, elementos y enemigos. De esta manera, tu ritmo y estrategia debe adaptarse dependiendo del lugar en el que te encuentres. Resulta también muy gratificante cómo vas explorando cada rincón y cada esquina en búsqueda de secretos. Superar algún enemigo, resolver un rompecabezas o llegar hasta ese punto tan intricado siempre es buenamente recompensado. Esa sensación de aventura de ir descubriendo nuevos escenarios ha sido correctamente trabajada de inicio a fin. Estamos ante uno de los mejores diseños de niveles, al menos del género, de los últimos años.
El mejor platillo, los jefes
Ya hemos hablado un poco sobre el combate, tanto habilidades como enemigos, pero sin duda, los que se llevan las palmas en este apartado son los distintos jefes. Cada uno no solamente posee un diseño artístico bien logrado, sino también toda una variada gama de ataques que nos exigirán utilizar nuestras herramientas al máximo. Representan toda una prueba de habilidad con distintas fases y animaciones tras los bloqueos.
A esto obviamente le sumamos una excelente música para acompañar cada pelea. En pocas palabras, tenemos unas auténticas batallas épicas. Ya dependerá de ti descubrir sus patrones, y ser paciente para asestarles el golpe definitivo y seguir progresando en tu aventura.
No me voy de una aventura sin mi tesoro
Como todo videojuego de aventura, hay multitud de secretos y recompensas que conseguir en este gigantesco mundo. Superar la campaña sin muchos apuros y teniendo en cuenta que tu objetivo principal es rescatar al príncipe te tomará entre 18 a 20 horas. Esto si ya tienes cierta experiencia en los metroidvania y decides afrontar el reto en dificultad moderada. Pero si deseas adentrarte en cada rincón y obtener todos los medallones, emblemas y más coleccionables te tomaría alrededor de 30 horas para tener el juego al 100%.
Como hemos mencionado líneas arriba en el análisis de exploración, Prince of Persia: The Lost Crown es muy gratificante si se trata de recompensar al jugador. Superar los rompecabezas, muy ingeniosos por cierto, siempre te darán ese gozo y satisfacción de que valió la pena.
Una presentación agradable y adecuada
Prince of Persia: The Lost Crown destaca también por un apartado visual muy propio. Definitivamente no dirás «qué graficazos», pero lo que el estudio ha logrado es tan agradable para la vista, tanto en la exploración como en el combate. Los colores con texturas pastel más algunos efectos de luces, partículas, fuego, entre otros, vislumbran por encima de algunos fondos un poco más apagados. Esto permite identificar correctamente cada enemigo, arma u objeto en pantalla. Nunca te vas a sentir abrumado por una cantidad considerable de detalles y al mismo tiempo esto es de aplaudir para el rendimiento. Sin llegar a ser tan sobrecargado en cuanto a los detalles, pero sí cumpliendo el «verse bien», el juego alcanza los 60 cuadros por segundo, incluso en Nintendo Switch. Recordemos que en PC puede incluso correr bien con una GTX 950. También debemos rescatar las animaciones, tanto de Sargón como de los enemigos. Cada una se siente muy fluida y natural, sin cortes súbitos o abruptos en medio del combate.
De allí tenemos la música, la cual tampoco es que llegue a ser extraordinaria. Cumple su función la mayor parte del tiempo con simples toques ambientales mientras vamos progresando. Con la que sí te quedarás definitivamente es la de los combates, con tonadas muy épicas y que inspiran mucho al heroísmo.
No hay más que recalcar salvo por algunos cuantos errores gráficos o bugs que son necesarios de pulir. Pueden haber secciones en las que literalmente te quedes atrapado y debas cargar al anterior punto de guardado. ¿Ubisoft, como que la costumbre no se pierde?
¡El Príncipe ha sido rescatado!
Prince of Persia: The Lost Crown es uno de los mejores metroidvanias de la última década. Combina elementos y mecánicas típicas con otras muy originales y excelentemente trabajadas. Todo se conjuga bajo un sistema que te permite explotar tu imaginación tanto en combate como en exploración, donde cada enemigo derrotado o secreto descubierto es gratificante de inicio a fin. Ofrece un mapa correctamente diseñado y un sistema de control casi perfecto, y los combina con una presentación visual, rendimiento y música que cumplen su cometido. Si amas los juegos de acción y aventura en 2D, es una experiencia obligada.
Lo bueno:
- El sistema de control es casi perfecto, muy responsivo y preciso
- Fácil de aprender desde los primeros pasos
- La variedad de mecánicas que se van aprendiendo suman mucho tu experiencia
- Diseño de niveles muy sobresaliente
- Las habilidades de controlar el tiempo y el espacio son muy originales
- Los rompecabezas y desafíos nunca se sienten repetitivos
- Los enemigos son una amplia gama y con distintos patrones de ataque
- Los jefes ofrecen batallas retadoras y épicas
- Duración de campaña y completar al 100% correctas
- El juego sabe recompensarte por explorar y combatir
- Apartado visual exquisito y un rendimiento de aplaudir
- La música cumple su cometido casi todo el tiempo
Lo malo:
- La narrativa llega por ratos a ser mala
- La historia tiene ciertas incoherencias y agujeros de guion
- El precio para un juego de este calibre puede desanimar a algunos
Análisis Prince of Persia: The Lost Crown