Stellar Blade recibió una clasificación para mayores de 17 años por estos motivos
Stellar Blade se estrena este 26 de abril del 2024 en PlayStation 5. Estando relativamente cerca de su fecha de estreno, resultaba curioso todavía no saber a qué público estaría dirigido. Podíamos darnos una idea muy clara, pero de momento no había nada oficial. Hasta ahora que la Entertainment Software Raiting Board (ESRB) compartió los detalles tras su clasificación del juego.
La ESRB clasificó el título con una M para mayores de 17 años. Así pues, entendemos que, definitivamente, el estudio coreano Shift Up decidió darle a su entrega un enfoque para un público mayor. Algo que ya nos esperábamos desde que pudimos ver su tráiler en el más reciente State of Play de Sony.
De buenas a primeras, la ESRB nos adelanta que Stellar Blade contiene sangre, gore, lenguaje explícito, violencia, además de tratar temas sugerentes. Pero no se detienen ahí, sino que también explican de manera un poco más detallada los motivos tras su clasificación.
«Efectos de salpicadura de sangre se producen con frecuencia cuando las criaturas enemigas son acuchilladas y desmembradas», se puede leer en el resumen. «Algunas escenas y secuencias de combate muestran imágenes en primer plano de empalamientos, desmembramientos y decapitaciones». Teniendo esto en cuenta es comprensible que sea solo para mayores.
Stellar Blade y la atención en su protagonista
Aquí no termina todo. Como sabemos, los mismos desarrolladores del título confesaron haber prestado especial atención al trasero de la protagonista. En palabras de su propio director, Hyung-Tae Kim, «el jugador siempre está mirando desde atrás cuando juega». Sin embargo, parece que la atención estuvo en todo el cuerpo en general.
Al fin y al cabo, la ESRB también señala que Stellar Blade cuenta con personajes femeninos en trajes reveladores, ajustados, con escotes y cuyos pechos presentan físicas que hacen que se muevan durante el combate. No se podía esperar menos del estudio que despidió a dos desarrolladoras por quejarse de la sexualización dentro de la entrega.